Fundada en 2011 en los alrededores de Boston han bastado unos pocos años para convertir a Firefly Bicycles en una de las marcas artesanales más respetadas del mundo. No obstante, sus creadores Tyler Evans, Jamie Medeiros y Kevin Wolfson atesoran entre ellos más de 38 años de experiencia diseñando y construyendo bicis a medida.
Firefly nació por la pasión de todos ellos por la fabricación artesanal y la atención meticulosa a cada uno de los detalles y a la calidad de los materiales empleadas. Es por ello que cada bici Firefly cuenta con una geometría y una selección de tubos específica para el ciclista a quien va dirigida. La joya de la corona es esta Ti-Carbon, lanzada en 2013.
Merece la pena detenerse en los racores de titanio que bien podrían ser obra de un joyero por su esmerada elaboración y exquisitas soldaduras.
Su cuadro se encuentra elaborado con racores de titanio cortados cuidadosamente con láser y unidos mediante soldadura TIG que se combinan con tubos de carbono ENVE elaborados artesanalmente y que permiten contar con un tubo de sillín, superior y tirantes conificados a fin de lograr optimizar la rigidez sin aumentar el peso.
La colaboración con ENVE permite a Firefly aplicar algunas tecnologías de trabajo con la fibra de carbono habitualmente reservadas a las grandes compañías con gigantescos presupuestos. El resultado es una perfecta combinación de calidad de rodadura, rendimiento, ajuste al ciclista y diseño difíciles de igualar.
Un buen nivel de rigidez lateral es esencial para lograr las prestaciones buscadas. Firefly optan por un pedalier PressFit30 para lograrlo.