Cuando parecía que la carrera por el peso había quedado en un segundo plano, llega Trek y nos deja a todos con la boca abierta. Realmente nos sorprendieron cuando poco antes del Tour anunciaron el lanzamiento de una nueva bici. Nos extrañó ya que no se podía decir que la gama de los americanos no fuera sobradamente sólida con una de las mejores gran fondo del mercado como la Domane y una purasangre de carreras como la Madone en la que ligereza y aerodinámica se dan la mano. Sin embargo, a pesar de la polivalencia de esta última bici, a los ingenieros en su inquietud aún les quedaban ganas de jugar con las letras y estas han quedado reordenadas en forma de Émonda, sinónimo a partir de ahora de máxima ligereza y de escaladora pura.
Peso y potencia. Dos palabras que traen de cabeza a los ciclistas cuando de escalar se trata. Trek pega un puñetazo en la mesa y nos trae el arma definitiva de subir puertos.
No pudimos evitar, al verla por primera vez, que nos recordara a la anterior generación de Madone. De hecho la geometría elegida es idéntica a la de aquella, aunque ahondando nos damos cuenta rápido del intenso trabajo de afinamiento. Secciones de tubo mínimas y unas líneas esbeltas ya de entrada nos dan una idea de lo que vamos a encontrar, sin embargo no es hasta que das unas pedaladas cuando realmente percibes la dimensión de lo que significa montar en una bici que baja de 5 kg. Al principio casi da miedo agarrarse a ella o pedalear con fuerza. Todas tus acciones se magnifican: un golpe de pedal se torna en fuerte aceleración mientras que una insinuación sobre el manillar hace que la bici se incline de forma súbita. Sólo tras unos kilómetros de adaptación logramos medir nuestros ansias y empezar a sacar provecho a lo que tenemos entre manos. Increible resulta la factura del cuadro. Efectividad por encima de todo, con una rigidez que jamás hubiéramos supuesto que se podía conseguir con tan poco material, incluso a costa de penalizar un poco la comodidad, en una bici cuyo objetivo principal es escalar lo más rápido posible. Así lo pudimos comprobar en durante la prueba, haciendo cambios de ritmo, remontando desde la cola de la grupeta o enfilando a los compañeros mientras disfrutamos oyendo sus quejas acerca del ritmo impuesto. Pequeños grandes placeres que sólo una máquina de este nivel puede ponernos al alcance y como ocurre en estos casos un trauma devolverla y tener que volver a otras bicis, que a pesar de ser de primer nivel, se convierten en mundanas ante la exclusividad de la Émonda.
Objeto de deseo
Sencillamente increíble el extremo a que Trek ha forzado su tecnología OCLV. Os recordamos que estas siglas no sólo hace referencia al carbono utilizado por la firma americana sino a su proceso de fabricación, evolucionado desde que en 1992 salieran de su factoría los primeros cuadros elaborados con este sistema. Esencialmente consiste en lograr que los tubos sean lo más compactos posible eliminando al máximo la presencia de aire entre sus capas. Esto permite reducir la cantidad de resina y fibra necesaria para lograr las cualidades buscadas. En ésta bici, cuyo objetivo es ser la más ligera del mercado, Trek utiliza su carbono: OCLV Serie 700 que contiene fibras HexSL, un material de origen militar clasificado como estratégico, lo que significa que está prohibida su exportación fuera de EE.UU. así que los cuadros han de estar necesariamente fabricados allí. Su altísima resistencia, unida al proceso de fabricación y un diseño con secciones de tubo lo más reducidas posible es lo que hace realidad un bastidor de apenas 690 g en talla 56.
Al límite
Si bien Bontrager, la marca de componentes que pertenece a Trek, cuenta con un material de primer nivel para vestir a esta bici como podemos ver en el resto de la gama, para romper la báscula en este buque insignia hacía falta ir un paso más allá. Por ello se ha recurrido a la colaboración de Tune, que aporta unas ruedas de tubular y perfil bajo que aportan menos de 1 Kg la pareja. Unas ruedas pensadas para la escalada que dan una viveza sin igual a la bici aunque bajando echemos en falta un punto más de rigidez en los apoyos. De Tune también es el sillín Komm-Vor Plus, razonablemente cómodo por su forma pese a ser un “cacho de carbono”. Donde sí se quedan en casa es con el conjunto manillar-potencia integrados con el que Bontrager para la báscula en apenas 232 g aunque a costa de una rigidez torsional claramente insuficiente que sale a relucir cuando nos toca disputar un sprint contra el compañero de grupeta juguetón. De cara a la galería los tubulares Ultraligeros Vittoria Crono CS, de excelente rodar pero finos como ellos solos por lo que las papeletas para pinchar son muchas.
La Émonda toca la fibra sensible del ciclista con alto tan tangible como el peso. Déjasela coger a los compañeros de grupeta y la batalla psicológica estará ganada.Control total
Poco a poco, el sistema de frenos de doble pivote de anclaje directo se va extendiendo entre los nuevos modelos. El problema es que ni SRAM, centrados en sus frenos hidráulicos de disco y zapata, ni Campagnolo cuentan con este tipo de frenos. Así que para no tener que recurrir a terceros, que por otra parte no aportaban el nivel de ligereza y frenada exigido por Trek, han optado por el “hazlo tu mismo”. Los Bontrager Speed Stop son una pequeña pieza de arte con sus trabajadas articulaciones y aspecto contundente pero que a la vez mantiene la báscula a raya. Al contrario de lo que suele ocurrir con los puentes ultraligeros, estos frenan y lo hacen no sólo con contundencia sino también con una exquisita modulación fruto de su diseño de doble pivote y de la leva desmultiplicadora colocada en el tiro de cable, lo que de paso resulta perfecto para frenar sobre el carbono de las ruedas Tune. Como único pero le pondríamos el complicado acceso al anclaje del cable que exige un punto de maña en su montaje.
Ligereza a tu alcance
Recabando información para la prueba nos ha llamado la atención el buen escalado de la gama Émonda. Trek se ha planteado con este modelo contar con la bici más ligera de cada segmento. Normalmente los gramos de menos se suelen traducir en euros de más, sin embargo, no es el caso, habiendo hecho Trek auténtico encaje de bolillos. Lejos del elitismo de esta que hemos probado, la SLR 8, en Dura-Ace mecánico baja hasta 6.799 €, una bici que seguro se mantiene en cifras ilegales y si no, siempre podemos recurrir al sistema de personalización Project One, donde aparte de elegir la pintura que más nos guste podemos hacer un montaje a medida, partiendo del cuadro inferior S, que comienza en 2.899 €. Continuando hacia la gama de acceso vemos que desde 1.499 € podemos tener a nuestro alcance una auténtica máquina de escalar.
GEOMETRIA
Radical. Es el adjetivo que mejor cuadra con las medidas de la Émonda. Si bien es cierto que Trek dispone de la opción H2 con la pipa de dirección más alta para hacerla más accesible, el ángulo de dirección súper cerrado, unido al corto avance de la horquilla, la vuelven sumamente sensible del tren delantero. Para no hacerla inconducible las vainas crecen hasta los 410 mm que aportan un punto de aplomo que la vuelve muy intuitiva de llevar a pesar de todo su nervio y corta distancia entre ejes. De hecho, con estas cotas Trek recupera las medidas de la anterior versión de la afamada Madone. El puesto de conducción es corto para lo habitual en bicis deportivas, acentuado por la potencia de 100 mm de serie. El objetivo aquí es conseguir una bici compacta que acentúe la vena de bici escaladora lo que queda patente en la agilidad que muestra al ponernos de pie y balancearla con suma facilidad.
Talla 56
Tubo superior (1) |
560 mm |
Ángulo de sillín (2) |
73,3º |
Ángulo de dirección (3) |
73,5º |
Tubo de sillín (4) |
525 mm |
Vainas (5) |
410 mm |
Entre ejes (6) |
983 mm |
Disfrutar subiendo es muy fácil si tienes una Émonda a tu alcance.
El juicio
Resulta sorprendente cómo Trek ha logrado un cuadro tan ultraligero sin dejarse por el camino el camino las cualidades de manejo y rigidez a que nos tiene acostumbrados. Estamos de acuerdo que el montaje de esta SLR 10 está más destinado a lograr una cifra record que al día a día, sin embargo, quedándonos con lo esencial, la base está ahí y sin muchas florituras podemos tener una sub 6 kg capaz de aguantar sin rechistar el duro día a día. Sin duda una muestra más de lo desfasado que ha quedado el límite que la UCI se empeña en mantener en 6,8 kg, una cifra que muchas de las bicis que vemos en las marchas cicloturistas bajan con facilidad. La bici es sencillamente una delicia, una máquina que sientes que te ayuda, con lo que te retroalimentas a cada metro de desnivel acumulado o cuando decides ponerte de pie y hacer una fulgurante aceleración. Una sensación demasiado adictiva que seguro que nos va a traer algún trauma cuando llegue la próxima bici para probar.
Puntuación |
8,5 |
Estabilidad |
8,5 |
Frenado |
9 |
Comodidad |
8 |
Cicloturismo |
7,5 |
Competición |
9,5 |
Trek Émonda SLR 10
Cuadro
Cuadro |
Carbono OCLV 700 |
Horquilla |
Émonda íntegra de carbono |
Tallas |
50, 52, 54, 56, 58, 60, 62 |
Colores |
Vapor coat/viper red |
Transmisión
Bielas |
SRAM Red 22 50/34 |
Desviador |
SRAM Red 22 |
Cambio |
SRAM Red 22 |
Mandos |
SRAM Red 22 |
Cadena |
SRAM Red 22 |
Ruedas
Ruedas |
Tune Skyline |
Casete |
SRAM Red 22 |
Tubulares |
Vittoria Crono CS 700x22 |
Frenos |
Bontrager Speed Stop |
Componentes
Manillar/Potencia |
Bontrager XXX integrado |
Tija |
Bontrager SLR Ride Tuned |
Sillín |
Tune Komm-Vor Plus |
Cifras
Peso Total |
4,498 kg |
Precio |
12.999 € |
Distribuidor |
Trek Spain, 918 48 95 60 |
WEB |
www.trekbikes.com |