No cabe duda que el ciclocross es una disciplina más popular a cada invierno que pasa con carreras cada fin de semana que ya no sólo sirven para complementar el entrenamiento durante estos meses sino que cada vez son más los que se dedican en exclusiva a esta explosiva modalidad. Para cubrir sus requerimientos hemos pasado de unas bicis que en origen eran meros modelos de carretera adaptados para llevar cubiertas con tacos a máquinas creadas con geometrías y diseños específicos para hacer más fácil rodar rápido por los circuitos. Ahora Canyon va un paso más allá con su nueva Inflite.
Arriesgada. El diseño de la nueva Inflite no deja indiferente. Sin embargo, todo responde a una necesidad específica
Cuidados detalles
Hasta el circuito de la ciudad belga de Zonhoven donde se celebra una de las pruebas de Superprestigio nos acercamos, en una jornada que además nos recibió con una intensa lluvia que dejó el terreno en condiciones ideales, para conocer la propuesta de la firma alemana que a primera vista sorprende por su arriesgado diseño que luego vamos viendo tiene su explicación.
Al hombro. Ganar espacio para cargar la bici con más facilidad y a la vez mantener mucha tija fuera del cuadro para favorecer la absorción ha sido un reto para los ingenieros de Canyon.
La imagen más icónica de este deporte es la de los ciclistas con la bici al hombro. Para hacerlo de forma más fácil y rápida Canyon ha dotado de mucho espacio a su Inflite en el triángulo delantero además de ampliar el hueco entre rueda delantera y tubo diagonal por donde se pasa el brazo. Todo ello manteniendo mucha tija fuera del cuadro para permitir la flexión de la misma en favor de la comodidad.
En su sitio. En la versión equipada con el grupo monoplato SRAM Force CX1 utiliza el anclaje del desviador para colocar un útil antisalida de cadena que, además, permite tener la cadena limpia de barro.
Ágil y estable
Nos agradó mucho el comportamiento de la bici en las distintas secciones del circuito de Zonhoven. La explicación la tenemos que buscar en su estudiada geometría para lo que la marca ha recurrido a su amplia experiencia en las bicis de montaña de XC. La Inflite cuenta con una amplia longitud entre ejes a fin de dotarla de una estabilidad que se agradecía en las distintas zonas de arena, algunas de las cuales se toman a gran velocidad. A la vez, una dirección bastante cerrada permite volverla muy manejable como comprobamos en los largos tramos de sendero en los que había que hilar fino la trazada para enlazar curvas a izquierda y derecha sin apenas perder velocidad.
Integrado. Canyon sorprende al incluir un conjunto manillar/potencia en una bici de este tipo. Cualquier pequeña ganancia aerodinámica es bienvenida. Las cotas son diferentes a los modelos de carretera con una pequeña apertura de 3° de las puntas y un ligero ángulo hacia atrás de 6° que lo hacen muy cómodo.
Una bici en la que Canyon ha tenido las cosas claras. Aquí no hay guiños al incipiente gravel. Es una máquina 100% de carreras diseñada para darlo todo en la escasa hora que duran las pruebas en los cada vez más técnicos circuitos de la disciplina invernal.
UCI legal. Con un enfoque exclusivamente competitivo, la Inflite se diseña para aceptar como máximo cubiertas de 33 mm, el mayor tamaño que se puede usar en carrera. Pasos de rueda y superficies se optimizan para evitar la acumulación de barro.