Ruta: Guipúzcoa junto a Markel Irizar

Joseba Beloki nos descubre las habituales carreteras de entrenamiento de Markel Irizar en el entorno de Guipúzcoa: del interior a la costa para disfrutar de un terreno precioso y exigente.

Joseba Beloki - Foto: Rafa Gómez

Ruta: Guipúzcoa junto a Markel Irizar
Ruta: Guipúzcoa junto a Markel Irizar

Lugares talismán, de referencia, los que usamos para test, aquellos que te transmiten sensaciones más que datos. Un terreno el de las carreteras de Debagoiena bien conocido que me trae recuerdos imborrables que quiero compartir con vosotros en esta ruta acompañado de una de las mejores grupetas. Para ello nos desplazamos hasta Oñati (Guipúzcoa), localidad natal de nuestro protagonista, Markel Irizar. Un buen embajador de una zona potente por su industria, cultura y, cómo no, por el deporte. Aspectos que dan músculo a un valle donde el ciclismo siempre ha tenido su protagonismo.

Recuerdo el día que conocí en Mondragón a un Markel Irizar por entonces sub23. Una sonrisa, una palabra, y sobre todo, positivismo. Tres ingredientes necesarios en los tiempos que corren, pero tan difíciles de engranar en ocasiones. Sin embargo, aquel chico obsesionado con las cronos desbordaba ilusión. Él sabía que podía y cuál era el camino y la ­filosofía a seguir para alcanzar su objetivo. Con el paso del tiempo, y con más contratiempos de los deseados, hoy él es el protagonista y quien ahora da consejos a los más jóvenes. Como decimos en euskera, 'bejondeizula'. Para la ocasión nos hemos citado en el lugar que ocupa su nuevo proyecto, el Bizipoz Café. Antes de arrancar la ruta nada mejor que un cafecito, zumo y en mi caso croissant, todo preparado con mucho cariño por María Eugenia, madre de Markel. Sin prisa y disfrutando a tope del momento conversamos sobre este nuevo proyecto y, por supuesto, de ciclismo. Poco a poco se van añadiendo nombres a la grupeta: Lizarralde, Aratz, Gari Baños… todos relacionados con el mundo de las dos ruedas, únicamente nos falta nuestro fotógrafo Rafa Gómez. El vivir lejos es lo que tiene, él se lo pierde. Arrancamos la ruta con la promesa de María Eugenia de que al regreso nos esperan unas pastas. ¡Madre mía! El primer tramo a la salida de Oñati nos lleva en dirección a San Prudencio. Como zona industrial que es, el tráfico resulta bastante intenso aunque como cuenta con buen arcén, no hay mayor problema.

Joseba Beloki: Bueno Markel. ¿Hoy qué toca?

Markel Irizar: Vamos a hacer una ruta muy chula. Del interior a la costa y volver.

JB: ¿Ritmo?

MI: Constante y después, ya te diré donde, dos zonas de hacer trabajo especí­fico.

JB: Tú cuando toque tiras para delante. ¿Vendrá la grupeta, no?

Desde San Prudencio proseguimos hacia Bergara, que posiblemente a muchos o sonará por ser inicio de dos puertos bastante conocidos, sobre todo en el campo élite y sub23, Gorla y Elgeta. Sin embargo, por lo que veo nosotros nos olvidamos hoy de ellos y en su lugar seguimos por la GI627 en dirección a Martzaga. Poco a poco van apareciendo integrantes de la grupeta. Corredores sub23, cicloturistas... esto promete. El terreno por ahora pica para abajo, por lo que resulta cómodo. A la salida de Elgoibar se nos une el que para mí ha sido uno de los tíos más correosos y combativos del pelotón profesional en la última década, Amets Txurruka. Para mi sorpresa, la llegada de Amets coincide con la baja del grupo de Azpeitia-Azkoitia, que tira hacia Azkarate, otra subida que hay que apuntar por esta zona. De Elgoibar seguimos camino Deba por la N634, por lo que al ir hacia la costa la tendencia siempre es a ir perdiendo altitud en un tramo donde se suma a la ruta el señor Aitor Galdós, corredor entre otros de Euskaltel y Caja Rural, y actualmente auxiliar en Trek. Con este sí que puedo, jajaja.

Inicio Oñati
Distancia 143,1 km
Desnivel acumulado 1.426 m
Altitud mínima 3 m
Altitud máxima 252 m
Puertos Itziar, Meaga

JB: ¿Esta es una vuelta típica?

MI: Sí, la solemos hacer bastantes veces. No es complicada y al ir hasta la costa nos da la oportunidad de juntarnos bastantes.

JB: Haimar, nos ha dado plantón. Jajaja.

MI: No, hoy no podía venir.

JB: Lo sé, me da pena no haber podido juntarnos todos. De todas formas, ya tenemos excusa para venir otro día.

Los kilómetros van pasando de charla, que menudos dos nos hemos juntado para darle al pico, así que llegamos a Deba casi sin enterarnos. Cada vez que paso por aquí me acuerdo de uno de los días que más me he cabreado en una carrera. Fue en la Euskal Biziketa de 2003. Estaba bien de forma, con un gran equipo y había una crono con salida y llegada aquí mismo que me venía como anillo al dedo. Terreno variado y una subida al Calvario muy dura. Era de esos pocos días en los que ves el recorrido, sabes cómo estás y dices “Muy mal se me tiene que dar para no liarla”. Pues ya lo creo que se lio, pero por la cura de humildad que me dio Pecharromán. Dominó la carrera desde el primer día hasta el último. A pie de Itziar, Markel nos advierte de que es hora de trabajar. Se trata de una subida tendida y sin complicaciones: 6,5 km con porcentajes muy llevaderos, de plato grande. En los primeros metros de esta vertiente tienes el mar a tu izquierda, así que las vistas son una maravilla. Merece la pena parar y echar unas fotos. Pero Markel tiene que apretar, por lo que hoy no hay lugar para el paisaje. Le siguen Amets y también algún chaval. Menos mal que me queda Galdós. Desde la cima, si girásemos a la derecha nos meteríamos por un polígono industrial a la subida a Azurki, que por este lado tiene aproximadamente 11 km con una parte final demoledora donde las rampas llegan hasta el 18%. Nosotros optamos por descender en dirección Zumaia. Bajada rápida y por carretera ancha que guiamos Markel y yo con Amets a rueda, al que aprovecho para preguntarle por su recién estrenada paternidad. Sin llegar a entrar en Zumaia tomamos a la derecha la GI2633 hacia Meaga. Ya voy atando cabos y haciéndome a la idea de la vuelta que vamos a dar. Meaga no tiene ningún secreto, es más, para mí es mucho más complicado el descenso camino a Zarautz que subirlo. Y si además la bajada está húmeda, no os quiero ni contar.

Zarautz es una maravilla: la playa, el malecón, el ambiente, la montaña y, por supuesto, Arguiñano, un lugar donde me gustaría vivir. Además, con el buen tiempo que tenemos hoy no podemos pedir más. Momento de relax sentados frente al mar con las vistas del Ratón de Getaria al fondo, la brisa… Esto lo hacen hoy porque estoy yo, que si no… Menos mal que estos momentos no salen después en el archivo del SRM. Sólo nos falta Zubeldia, que resulta raro estar en su casa y que no ande por aquí. Ya decía yo que tenemos que volver otro día. Tampoco nos podemos relajar mucho, no vaya a ser que estos chicos se nos queden fríos. Así que nos ponemos de nuevo en marcha por el que posiblemente sea uno de los tramos de carretera más bonitos que tenemos en el País Vasco. Desde Zarautz hasta Getaria, con el mar a nuestra derecha y las olas rompiendo al lado. Llegamos a Getaria y la silueta de su famoso ratón, una pequeña península que desde la lejanía tiene la forma de este roedor y que tan definida veíamos desde Zarautz se pierde según nos acercamos a su puerto pesquero en el que perdura la memoria de Juan Sebastián Elcano, el navegante que finalizó la primera vuelta al mundo y era originario de esta localidad. Me podría tirar horas hablando de estos lugares tan especiales para mí que os estamos enseñando con la grupeta. Desde Getaria continuamos avanzando por la costa de vuelta a Zumaia, una carretera con un punto más salvaje en la que en alguna ocasión, en días con el mar picado, te llegan a salpicar las olas. Como va siendo la hora de la comida el tráfico se vuelve más intenso, así que optamos por la variante para recuperar la ruta por la que vinimos en sentido contrario.

MI: Ahora tengo otro bloque de trabajo. Un 40-20, ¿te suena?

JB: Ya lo creo, qué gran entreno, aunque a veces lo odiaba.

Arranca la subida a Itziar, que por aquí es algo más tendido. Markel se pone a lo suyo y nosotros nos quedamos charlando con Amets. Casi en la cima pasamos junto a la discoteca Txitxarro. Aquí se celebraba antes la fiesta de fin de temporada de los ciclistas vascos con una crono y una cena seguida de una larga velada. Podría contar muchas anécdotas de aquello, aunque me viene al recuerdo el desgraciado accidente de tráfico al regresar a casa que se llevó al ciclista de Paternina, Jokin Ormaetxea. Lo que queda, si no me han engañado, ya me lo sé. Descenso a Deba, de ahí a Mendaro y a Elgoibar donde Amets se despide para volver a casa por San Miguel mientras nosotros continuamos. Markel parece que se ha fatigado poco. Pasan los kilómetros y como de costumbre no para de hablar, ahora de autocaravanas, furgonetas. Mientras, yo ya sólo voy pensando en las pastas que me ha prometido María Eugenia.

Tan sólo faltan cinco kilómetros y ya huelo las pastas. Creo que hoy no voy a ser capaz de no comerme todo antes de llegar a casa. Nos ha pegado el calor y los kilómetros y las subidas acumuladas se dejan notar. Así que creo que vamos a dejar el santuario de Arantzazu para otro día. Una subida que tenéis que conocer si venís a disfrutar de las rutas que os hemos propuesto. 7,8 km al 6% de media, pero con sus tres kilómetros iniciales al 8% incluyendo rampas del 11% son otro buen aliciente. Yo por mi parte ya tengo mis pastas. Prometido y cumplido. Eskerrik asko familia por todo y les deseamos toda la suerte pare el presente y futuro, que entre todos sigamos teniendo una gran bizipoz.

Como plan B he decidido permitirme el lujo de ser yo mismo el que elija el trazado. Intenso, complejo y con todos los ingredientes de una ruta completa. En mis tiempos de ciclista este recorrido lo solíamos hacer en ambos sentidos, lógicamente comenzando desde Vitoria y con paso por Oñati, pero estando en el territorio de Markel vamos a situar el inicio aquí. Como hemos hecho en la ruta principal, salimos hacia San Prudencio, pero aquí giramos dirección Mondragón y no Bergara. Justo antes de entrar en esta ciudad nos incorporamos a la N636 dirección Elorrio para afrontar el Alto de Kampazar.

Nosotros sólo hacemos 5 km de ascenso muy constantes, y antes de la cima giramos a la izquierda para descender a Mondragón por una bajada rápida que nos introduce de lleno en el casco urbano. Desde aquí, por la A2620 buscamos Ibarra. Estamos en el valle de Aramaio ganando altitud en la subida al alto de Krutzeta. No me pregunten por qué, yo aún no lo sé, pero este puerto fue mi banco de pruebas durante mi carrera. Los test, entrenos fuertes o gran parte del trabajo especí­ co pasaban por aquí. Lo más lógico hubiera sido odiarlo, pero yo lo adoro. Son 5 km al 8% con rampas de hasta el 13%. Una subida corta pero exigente, inmersa en un lugar de ensueño. Desde aquí bajamos hasta Legutiano por un pasillo de pinos, un lugar sombrío pero de asfalto perfecto donde por momentos la densa vegetación hace que cueste ver el cielo.

Inicio Oñati
Distancia 153 km
Desnivel acumulado 1.763 m
Altitud mínima 188 m
Altitud máxima 669 m
Puertos Kampazar, Krutzeta, Otzaurte, Aztiria y Udana

Alcanzado el embalse de Legutiano continuamos por la A627 hasta llegar a Landa, el centro neurálgico del embalse de Ullibarri Gamboa, un lugar conocido por los triatletas porque es aquí donde se da el pistoletazo de salida cada mes de julio a la prueba de Vitoria-Gasteiz y un buen lugar para avituallarnos. Desde Landa vamos hacia Alsasua por un terreno fácil, buenas carreteras y algún que otro repecho. Largas rectas donde el mayor hándicap es el viento, que o de norte o de sur siempre está presente. Dejamos Alsasua por la antigua N-I dirección al puerto de Etxegarate hasta pasar por unas canteras donde nos incorporamos a la GI2637 para descender a Otzaurte. Este puerto sólo tiene ascenso por el lado de Guipúzcoa.

Cuando demos la vuelta en sentido contrario resulta perfecto para trabajar ritmos sostenidos y mantener constantes los vatios. Eso sí, haciéndolo como vamos hay que tener mucho cuidado con la bajada ya que es una carretera revirada y con el asfalto algo botoso. De Zegama seguimos hasta Segura para comenzar allí la subida a Aztiria. Como comentaba antes al hablar de Elgeta y Gorla, esta también es habitual para los élite y sub23. 8 km que podríamos dividir en dos bloques. Un primero de dos kilómetros con rampas al 8%, una pequeña bajada de aproximadamente un kilómetro para enlazar con el segundo bloque donde, salvo los últimos metros más suaves, el resto se mantiene con una pendiente constante también en torno al 8%. Una subida complicada y buena para trabajar la explosividad. De aquí sólo quedará bajar hasta Atagoiti, tres kilómetros de falso llano y descenso rápido aunque curveado hasta Oñati. Realmente, esta última parte es el puerto de Udana, que por dónde venimos apenas tiene nada…reseñable.