Cuando el año pasado en este mismo lugar, en la última etapa del Tour de Omán, Romain Bardet lanzaba al aire y hacía público su deseo de correr el Giro de Italia, todos supieron cómo iba a acabar la historia. Quizá incluso él. Su tremenda progresión y su futuro prometedor, sus resultados cada vez más en creciente ascenso y sobre todo, la pertenencia de su ficha a un equipo francés le iban a dejar un escaso margen para hacer realidad su sueño de apuntarse a la corsa rosa y hacerla el objetivo de su temporada 2016. El tiempo, y un segundo puesto en el Tour de Francia del pasado año han acabado por confirmarlo. Sus deseos deberán ser aplazados.
“Con el éxito que conseguí el año pasado decidimos quitar el Giro, repetir la misma preparación del 2016 y pensar en el Tour. Todo el mundo sabe que hacer el Giro al máximo nivel complica estar bien en el Tour. Te requiere estar al máximo de forma. Quitarlo de mi calendario en lo mejor, iré en los próximos años”, dice.
Pero parece que su presencia en la corsa rosa se avista muy lejana. El Ag2r no quiere a su estrella francesa en el Giro. Bardet está llamado a ser el próximo galo que reconquiste el Tour de Francia y la presión es máxima aunque él dice no notarla. “En el equipo no ha cambiado mi posición, noto que tengo más seguimiento de la gente y mayor reputación. No soy el único francés que está andando bien en los últimos años”, opina.
Por el momento, a Bardet lo que le preocupa es “seguir trabajando, mejorar y crecer”. Este Tour de Omán le ha servido “para empezar a coger ritmo”. Fue el primero en atacar en las últimas rampas de la Green Mountain, demasiado pronto. Acabó décimo después de haber caído en la aproximación a la subida final pero no quiso ponerlo como excusa de su rendimiento.
Ante todo, Bardet se quiere quitar peso diciendo que “no todo es ganar el Tour si no ser el mejor corredor que pueda llegar a ser. Igual no gano el Tour pero sí otras carreras importantes, hay muchas durante toda la temporada y quiero ser competitivo desde febrero hasta octubre. No estoy centrado solo en el Tour”.
También asegura que “no pienso en resultado, si no en mejorar mi forma y mis capacidades. Puedo acabar otra vez en el podio, o ser top5 o quizá esté luchando por el maillot de la montaña, quién sabe. Quiero saber hasta dónde puedo llegar, por eso no he cambiado muchas cosas de mi preparación”.
Lo que tiene claro Bardet es que “no te puedes centrar en un solo objetivo porque pueden pasar muchas cosas. Carreras como la Tirreno también me gustan”. Pero para intentar asaltar el maillot amarillo en julio saber que contará con el durísimo escollo del Chris Froome y el muro del Sky. “Froome es el mejor corredor del mundo para las grandes vueltas, tiene compañeros que pueden ser líderes en otros equipos. Es difícil ganarles pero el ciclismo es bonito porque es un deporte que no es predecible. Puede haber una o dos etapas peligrosas que provoquen cambios, eso esperamos porque si Froome va con sus compañeros hasta la última subida es difícil ganarle”.
Bardet se encomienda a diferentes acciones de los rivales que le animan a pensar que el keniano inglés es batible: “Quizá se pueda dar una acción como la de Quintana y Contador en la Vuelta”.
