¿Qué aspiraciones tienes esta temporada?
El Delko-Marsella-KTM es un equipo que, año a año da pequeños pasos y va creciendo. La temporada pasada fue el primer año como continental profesional. No fue fácil, con el calendario tan extenso y la plantilla un poco justa que teníamos. Este año parece que estamos más reforzados, desde inicio de temporada tenemos más presencia en carrera, que es lo que buscamos. Tenemos un calendario envidiable, nos falta ir a una gran vuelta pero el resto estamos en un montón de pruebas World Tour. El calendario francés es muy exigente, a mi me sorprendió mucho el año pasado. Cualquier carrera de la Copa de Francia, que en mi vida había escuchado hablar de ellas, son la leche. Muy competidas y con mucha afición.
¿Cuáles son tus objetivos?
Estoy intentando llegar bien a París-Niza, es importante para el equipo dejarnos ver. Hay una pequeña posibilidad de entrar en la Vuelta aunque sabemos que es muy difícil pero pasa por dar buena imagen en este principio de temporada. Después haré la Coppi Bartali y varias clásicas hasta la Flecha Valona. Y en la segunda parte de la temporada, la Vuelta a Austria es uno de mis objetivos, también la Vuelta a Burgos y el Tour de l’Ain… El año pasado tuve carreras en las que pude asomar la cabeza, hice cuarto en Austria, y este año es volver a tener el mismo objetivo, intentar tener un poquito más de suerte, que llegue la victoria. Buscar ese día que se adapte a mi, tener el día bueno e intentar ganar. Se que es muy difícil pero tampoco estoy tan lejos de ganar.
Después de toda una carrera entre Galicia y Portugal cómo es el paso a un equipo francés?
Los portugueses y gallegos nos parecemos mucho, ¡somos primos-hermanos! Tanto por el idioma como la cultura. Los equipos portugueses son muy pequeños, eso los hace familiares. El Xacobeo era también como estar entre amigos. El año que desapareció e iba a Portugal dije que era un paso atrás para dar impulso. ¡Han sido cinco años! Pensé que sería menos, al principio pensaba que no tardaría tanto y luego me resigné, creí que mi carrera estaba ya en Portugal, que no volvería al ciclismo de primer nivel. Todos los años había alguna pequeña opción pero no. Seguí porque en Portugal me sentía muy valorado y tuve buenos resultados. En el ciclismo gallego tenemos que agradecer mucho al portugués porque nos han acogido a muchos.
¿Tuviste algo de miedo al ir al extranjero?
Cuando surgió la oportunidad no me lo pensé. Al principio vine no con miedo pero sí a ver cómo va a ser, cómo me iba a integrar. No hablaba nada de francés. Pero fue rápida mi adaptación, eso es de agradecer. Había compañeros que hablaban en español, como Dani Díaz, Leonardo Duque, o Remi di Gregorio, algunos auxiliares…eso me facilitó mucho. También puse de mi parte, aprendí algo de francés. Ahora me siento muy cómodo en el equipo y muy valorado, intenté ser profesional y desde muy rápido confiaron en mí para las mejores carreras del año y me respetaban cuando pedía correr más o menos. Este año quiero continuar en esa misma línea, estoy contento con ellos y quiero seguir creciendo
¿Qué recuerdo se te queda del paso por Portugal?
La Vuelta a Portugal. Es muy grande y muy bonita. Y muy disputada.
¿Te acuerdas mucho de los años del Xacobeo?
Sí. Soy ciclista profesional gracias a Xacobeo-Galicia. Tenía buenos resultados en amateur con Caja Rural pero como yo podía haber algunos más que no tuvieron la oportunidad de ser profesionales. Al ser un equipo gallego lo tuve más fácil. Me dieron la oportunidad y creo que la aproveché bien, rápido me gané la confianza de Álvaro Pino. El segundo año me llevó en el Giro. El tercer año estaba un poquito más hecho, con calendario más escogido y fui a la Vuelta. Esos tres años me sirvieron para coger experiencia y madurez. Un ciclista al pasar a profesionales necesita unos años de adaptación, me fui formando bien.
¿De los malos momentos te acuerdas, de la desaparición?
Sí. Con Xacobeo vivimos momentos muy buenos, mi mejor momento como ciclista profesional no es una victoria mía, aunque no tenga muchas. Hacer segundo en la Vuelta con Ezequiel Mosquera fue increíble. La última semana tuvimos muchísimo apoyo de los aficionados, no solo de Galicia sino de toda la afición en general. Éramos el equipo pequeño que luchaba contra los grandes. Estábamos volcados con Ezequiel y de un plumazo nos bajaron de la nube. Llegamos a la Vuelta con la incertidumbre de si el equipo seguía o no y todos hicimos nuestro trabajo sin pensar en aspiraciones personales, nos centramos en Ezequiel que era el único que tenía seguro equipo para el año siguiente. La terminamos y parecía que el equipo iba a continuar, aunque de otra manera. Pero estuvimos sin noticias hasta que Pino nos llamó para decirnos que se acababa. Eso fue en octubre, muy tarde. Yo encontré hueco en Portugal.
¿Pensaste que el ciclismo se acababa?
Era joven y tenía mucha ilusión, no tardé mucho en encontrar equipo. En ese momento era lo que había. Veía que era un paso atrás para coger impulso aunque no pensaba que iba a tardar tanto en volver al ciclismo de primer nivel. Sí que tuve algún año que a mitad de temporada me planteé dejar la bici pero había que tirar para adelante
¿Te ves volviendo a correr una grande?
¿Por qué no? Pero no es una cosa que me quite el sueño. Hay un montón de carreras buenas y lo importante es estar en el circo. En España parece que si no corres el Giro, el Tour o la Vuelta no eres ciclista. A veces cuesta hacérselo entender a la gente. Claro que tengo la ilusión de que inviten al equipo a una grande y poder ir. Pero esto también te hace sacrificar otra parte de la temporada.
¿Y en España te gustaría volver a correr?
Sí. Ahora es casi imposible porque no hay sitio para todos y ahora me siento más valorado aquí en Francia que lo que me puedan valorar en España. Como hay más equipos y más carreras aquí se valora más al corredor que intenta ser profesional y hace bien las cosas. Eso te lo valoran. En España tenemos una cantera de ciclistas muy buena pero no tenemos equipos y los equipos abusan de eso. Tengo que coger más aviones pero al fin y al cabo es lo mismo: entreno y estoy en casa y me desplazo para correr
¿Si te llegara una oferta medianamente buena de España y otra para seguir donde estás, qué harías?
No lo sé. Tendría que valorarlo. Aquí conozco al equipo y ellos me conocen a mí. Me lo plantearía. No por ser España me iría con los ojos cerrados. Me puedo adaptar a trabajar o a que me dejen más libre para dar presencia al equipo. No tenemos un gran líder, todos tenemos opciones. Mientras me valoren, me da igual hacer una cosa que otra. Sé hacerlo. Lo hice en Portugal y también en Xacobeo, así que lo puedo hacer en cualquier sitio. Lo importante es que valoren tu trabajo y ahora mismo aquí lo están haciendo. ¡Además ahora somos un montón de españoles!