Los finales de etapa en alto siempre tienen trampa. Raras son las ocasiones en las que los autobuses de los equipos pueden acceder hasta la zona de meta para recoger a sus ciclistas. Los corredores, exhaustos después de escalarlo, tienen que dar media vuelta y volverlo a bajar. Después de ascenderlo, con las pulsaciones tan altas, el descenso, ya lejos del estrés que supone la competición, debería ser algo placentero. Pero no. Cada curva tiene un peligro oculto. Los aficionados que bajan a zancadas, despreocupados y contentos tras la fiesta y el espectáculo del que han disfrutado, los cicloturistas que se mezclan, los que suben y los que bajan como locos intentando emular a sus ídolos, los coches que intentan salir lo antes posible de esas carreteras infernales.
Entre toda esa espiral bajan los ciclistas, entre relajados y sin tensión en busca de sus autobuses, la ducha, el masaje y el descanso antes de la siguiente etapa. Y el peligro que acecha en cada curva. No la vio Lluis Más descendiendo el alto de San Andrés de Teixido. “Y mira que siempre les decimos a los chavales que vayan atentos”, se lamenta su director en el Caja Rural-RGA, Eugenio Goikoetxea. Se lamenta pero ya no vale para nada, porque mañana no va a poder tener a su hombre más combativo y peleón en la Vuelta a España. Lluis Más se fue en una curva a derechas y acabó por los suelos. “No la vio, para cuando se dio cuenta ya estaba volando por los aires. Cayó entre las piedras y con la velocidad que llevaba bajando…ha sido una caída muy gorda”, detallaba Goikoetxea.
Las primeras informaciones facilitada por el propio equipo hablan de una luxación de cadera que ha sido reducida en quirófano con sedación. Lluis pasará la noche en el hospital, donde se encuentra a la espera de que le realicen un TAC que determine si finalmente sufre o no algún tipo de fractura más. “Chillaba de dolor cuando iba en la ambulancia”, decía Eugenio Goikoetxea. Los puertos y sus trampas. El último antecedente lo tenía Jonathan Castroviejo. El pasado mes de febrero, bajando el puerto de Malhao en busca del autobús que lo llevase al hotel se chocó contra una espectadora. El parte: fracturas en la sexta vértebra cervical y del cúbito izquierdo. Le costó toda la primera parte de la temporada. Esta vez le ha tocado a Lluis Más.