A lo largo del año, varías rondas por etapas de gran nivel como el Tour Down Under, Volta a la Comunitat Valenciana o Volta a Catalunya han renunciado a la tradicional presencia en los podios de azafatas, seleccionadas por su atractivo físico, para tratar de terminar con esta costumbre sexista y denigrante para la mujer. Una iniciativa que ha contado con tantos apoyos como detractores, pero que hasta el momento no ha causado efecto alguno en el protocolo del podio del Giro de Italia o del Tour de Francia, que han mantenido a modelos al cargo de la entrega de premios tras las etapas.
La Vuelta a España, por su parte, sí se ha hecho eco de estas reclamaciones y va a presentar modificaciones en la ceremonia del podio en su próxima edición, que arranca el 19 de agosto, según ha desvelado hoy el diario El Mundo. «Somos sensibles al debate social y mediático que se ha generado en los últimos meses sobre la presencia de las azafatas en los podios. Nosotros no podemos dar la espalda a estas inquietudes y por eso incorporaremos algunas novedades en la próxima Vuelta. Vamos a realizar unos ajustes. Todavía estamos trabajando en ellos. Lo que hagamos siempre será con elegancia», ha asegurado Javier Guillén, director de la ronda española.
Los cambios, en principio, consistirán en la presencia de auxiliares masculinos junto a las azafatas para repartirse las labores durante la entrega de trofeos; mientras que Oscar Pereiro se convertirá en el embajador de la carrera y desempeñará una función muy similar a la que lleva a cabo Bernard Hinault en el podio del Tour de Francia. La Vuelta a España aún continua estudiando varias posibilidades, entre ellas la supresión de los tradicionales besos que dan las azafatas a los vencedores. “Lo que decidamos se verá en la salida de la Vuelta a España, en Nimes”, ha asegurado Guillén.