Contador: “He ganado nueve grandes vueltas”

Alberto Contador ha repasado su carrera deportiva, desde sus inicios hasta el actual tramo final, en una interesante e íntima entrevista concedida a The Guardian.

Carlos Faba

Contador: “He ganado nueve grandes vueltas”
Contador: “He ganado nueve grandes vueltas”

Alberto Contador ha estado pasando unos días con su familia en Pinto antes de regresar esta semana a su residencia en Lugano. Y allí, en el entorno en el que creció y se desarrolló como ciclista, ha repasado en una profunda e íntima entrevista concedida a The Guardian su relación con el mundo de la bicicleta, desde sus inicios hasta el momento actual en el que mira ya a los ojos a la retirada. “Llegué tarde al ciclismo. Tenía 14 años cuando tuve mi primera bicicleta. La recuerdo perfectamente, era una vieja Orbea negra y muy pesada que heredé de mi hermano Fran. No teníamos mucho dinero, mi padre trabajaba en una fábrica, así que la Orbea y mi primer culote eran de mi hermano. Y lo mismo sucedió con las zapatillas”. Desde el primer momento, Alberto quedó enamorado del ciclismo. “Tan pronto como volvía del instituto, comía un poco y me ponía el culote, comía un poco más y me ponía el maillot, otro poco más y me apretaba las zapatillas. Y en seguida iba con mi Orbea a rodar alrededor de Pinto. Recuerdo que mis amigos me decían: ‘Vamos, Indurain, Vamos”.

Ya en sus comienzos, Contador mostró un talento especial para la montaña a pesar de no manejarse muy bien sobre su montura. “Era muy malo técnicamente, cuando la carretera picaba para arriba siempre ganaba el premio de la montaña. Pero me era muy difícil ganar una carrera. Había algunos que me llamaban Pantani por mi facilidad escalando. Podía estar diez minutos de pie sobre los pedales dándolo todo, sin muchos problemas. Me salía natural”, relataba el madrileño desde las oficinas de su Fundación antes de echar la vista atrás y recordar el episodio que cambió su vida: el cavernoma. “Todo empezó tres semanas antes en una carrera de dos días en Madrid. Estaba preparando mi debut en el tour de Francia cuando empecé a sufrir terribles dolores de cabeza. Estaba obsesionado con el Tour y pensaba que debía hacer esa carrera pues me ayudaría en mi preparación. El segundo día me sentía demasiado mal y tuve que abandonar”. El ciclista de Pinto se desvaneció días después en plena carrera en la Vuelta a Asturias. “Cuando viaje a Asturias, no pude entrenar durante dos días. El dolor era demasiado. Intenté hacer la primera etapa. Solo recuerdo los primeros 40 kilómetros, después me quedé del peloton y me caí. Empezaron la convulsiones y por fortuna la ambulancia estaba allí y pudieron ponerme un tubo para que me ayudara a respirar. Tuve suerte de que pasara en carrera, si llega a suceder entrenando estaría muerto”.

En un primer momento, los médicos pensaron que la inflamación que presentaba en el cerebro era fruto del accidente por lo que fue trasladado a Madrid. “A los cinco días sufrí otra crisis a las cinco de la mañana. Mis padres oyeron algunos golpes y me vieron convulsionando. En el hospital estuve tres horas inconsciente. Los doctores le dijeron a mis padres que podía tener daño cerebral pero tuve suerte: estaba bien y encontraron el cavernoma”. Preguntado por el miedo que debe generar enfrentarse a una operación así, Alberto explica que “tan pronto como sentía miedo, me obligaba a pensar en otra cosas. Cuando me desperté de la operación mi madre me dijo ‘querer es poder’, y desde entonces ha sido mi leitmotiv”. Seis meses más tarde, Contador estaba de nuevo sobre su bicicleta. “Recuerdo el día, fue el 27 de noviembre de 2004. Era un día muy frío pero me sentía lleno de vida. Fui a entrenar con Fran y un amigo porque los doctores no me dejaban ir solo. Nadie sabía lo que podía pasarme pero estaba muy feliz. Pero lo más increíble es que seis semanas después estaba ganando una etapa en el Tour Down Under. Por ello, siempre digo que mi mayor victoria fue en Australia”.

Durante la entrevista al conocido diario británico, Alberto no rehuyó el polémico debate sobre cuantas grandes vueltas posee. “Sin duda, he ganado nueve. Gane ambas carreras –en referencia al Tour de 2010 y el Giro de 2011- de una forma limpia y honesta. Solo con trabajo y sacrificio. No podía creérmelo en ese momento. Nunca pensé que algo así pudiera sucederme. Mis padres me enseñaron a hacer las cosas de forma honesta y limpia”. Con respecto a la situación actual del ciclismo asegura que “con el sistema anti-doping actual tenemos tantos test los corredores de primer nivel que es imposible hacer trampas. Sería un suicidio. No tengo dudas de que es por eso motivos por lo que está limpio al nivel más alto”.

El pinteño también confesó que entiende cómo debe sentirse Froome tras las acusaciones de dopaje que sufrió por parte de algunos sectores de la prensa y aficionados. “El ciclismo es un deporte precioso pero hay gente que solo quiere ensuciar la carrera. Es triste”. Alberto cree que quizá “su sistema hermético de trabajo” no le guste a la gente y tampoco piensa que revelar los datos de sus test de esfuerzo vaya a ayudar a Froomey a solucionar este tema. “No se puede hacer mucho para solucionar este problema. Es más importante que la gente te vea más abierto en la forma en la que trabajas que ofrecer un montón de datos”.

Contador, a sus 32 años, se aproxima a la retirada y como ya ha confesado en varias ocasiones solo concibe dejarlo estando aún en lo más alto. “Quiero dejarlo ganando el Tour si es posible. Sería perfecto ganar el Tour, hacer los Juegos Olímpicos y terminar feliz”. El líder del Tinkoff-Saxo no duda en señalar a sus máximos rivales para la próxima edición de la ronda gala. “Como mis principales rivales señalaría a Quintana y Froome, al mismo nivel”.