Ayer publicábamos el primer apéndice al reportaje ‘Las bicis de África’ que podéis leer en la Ciclismo a Fondo 354 que está ahora a la venta en kioskos físicos y digitales. En él os presentábamos las historias de nueve de los africanos del equipo, dejando para la pieza de hoy a otros tres que Sergio Pardilla nos definió como “los Kwiatkowskis” en referencia a su juventud y talento.
Merhawi Kudus (1994, Eritrea). Todos los conocedores y observadores coinciden: es uno de los mayores talentos del ciclismo mundial y posiblemente el mayor de África. Pardilla es muy entusiasta respecto de sus cualidades deportivas: “Es un portento, al estilo de Nairo Quintana. Una figura, joven y con instinto, muy rápido cuando la carretera se empina". El lituano Ignatas Konovalovas, también integrante de MTN, destacó en una entrevista con Ciclismo Internacional su carácter de “estrella de rock" y su cadencia, “creo que sube con alrededor de 120 rpm". Lacambra lo condensa en tres frases: “Nunca había visto un talento natural mayor que él. Tiene carácter, las cosas claras y mentalidad de ganador. Va a ganar un Tour de Francia en el futuro". Que Kudus es otra cosa lo demostró en su primera carrera profesional, la Vuelta a Ruanda 2012, imponiéndose en la etapa inicial. Esta temporada su resultado más destacado es un 2º lugar en la Vuelta a Langkawi, por detrás del petroquímico iraní Mirsamad Pourseyedigolakhour. El pasado verano dejó su impronta en la Vuelta a León (2º, tras José Antonio de Segovia); quizá retorne a España el próximo agosto con ocasión de la Vuelta…
Louis Meintjes (1992, Pretoria - Sudáfrica). Si de Kudus se habla bien, Meintjes (pronunciación afrikaaner: ‘Meinkins’) no es para menos. Pardilla lo define como “un escalador muy joven, con muy buena cabeza y bastante tranquilo", y destaca que “afronta las carreras sin miedo porque sabe que es bueno y capaz de competir", lo cual es sintetizado por Lacambra al calificarlo como “un crack mundial en ciernes". Fue subcampeón del mundo sub23 en Florencia (donde Matej Mohoric le ganó un emocionante pulso en los kilómetros finales tras la última subida a Fiesole) y nombrado el mejor ciclista africano de 2013 por delante de Daryl Impey, que en julio había logrado consagrarse como el primer africano de la historia en vestir el amarillo en el Tour y este mes de febrero perdió el campeonato de su país en un cerrado sprint… frente al propio Meintjes. Brilló recientemente en el Trentino ante los grandes que acudieron a preparar el Giro: sólo Mikel Landa (Astana) le apartó de la victoria en el Monte Bodone.
Daniel Teklehaimanot (1988, Debarwa - Eritrea). Cuatro veces consecutivas Campeón de África CRI (2010-2013), es el pionero entre los negros africanos que han dado el salto a la élite del ciclismo. Ya en 2010 fue ‘stagiaire’ de Cervélo y en 2012 fichó por Orica – GreenEdge, en cuyas filas logró terminar una Vuelta a España. Su director de entonces, Lorenzo Lapage, afirma que “tiene el poderío físico y mental para llegar a ser un gran ciclista profesional". La pasada campaña problemas de visado le trajeron por la calle de la amargura: apenas pudo disputar una veintena de días de competición, entre los cuales estuvo la Clásica Villafranca de Ordizia, donde se impuso por delante de Ángel Madrazo; sin embargo, temerosos de que la burocracia les restara un efectivo, los rectores de la escuadra australiana decidieron no renovarle. MTN le incorporó, gustoso. Es “súper talentoso", dice Lacambra. “Todos esperamos de él más de lo que da. Sube mucho y en las CRE es un fijo; además, tiene capacidad para disputar tres semanas de competición con buen rendimiento".
¿Te han gustado estas dos piezas ‘extra’ sobre MTN? Pues aún tienes unas páginas más por leer. Están en la edición 354 de Ciclismo a Fondo y contienen su historia, su filosofía, el relato de Songezo Jim y pistas sobre cuál será la alineación del equipo en la próxima Vuelta a España. Si quieres leerlas, tienes varias opciones para conseguir la revista: acercarte al kiosko más cercano, adquirirla ahora mismo en AppStore, Zinio o Kiosko&Más… O pedírsela prestada a algún amigo. Que tampoco está mal.
