Amets Txurruka anuncia su retirada

El combativo y querido ciclista vasco deja el ciclismo profesional tras no haber encontrado equipo para esta campaña 2017 agradeciendo a través de una carta todo el cariño que ha recibido de los aficionados en sus 11 años en la élite.

Carlos Faba

Amets Txurruka anuncia su retirada
Amets Txurruka anuncia su retirada

Amets Txurruka, sin ser un ganador, era uno de los ciclistas más queridos y admirados del pelotón nacional. Combativo e infatigable sobre la bicicleta y simpático y afable fuera de ella, se ganó el cariño del mundo del ciclismo y de toda la afición durante los 11 años que ha durado su carrera profesional, a la que hoy ha decidido poner fin.

El ciclista vasco, que cuenta en la actualidad con 34 años, ha anunciado en una carta abierta su decisión de colgar la bicicleta tras no encontrar equipo para este 2017, un hecho al que se han sumado una serie de problemas físicos, que le han terminado abocando a la retirada. Amets, durante el periodo invernal, tuvo contactos con equipos tanto de la categoría Continental Profesional  como del World Tour para firmar de cara al 2017, pero por distintos motivos ninguno de ellos acabó fraguando en un contrato.

Tras 11 temporadas como profesional distribuidas entre Barloworld (2006), Euskaltel-Euskadi (2007-2012), Caja Rural-Seguros RGA (2013-2015) y Orica-BikeExchange (2016) sus logros individuales más destacados fueron el premio al ciclista más combativo del Tour de Francia de 2007, su victoria en la general de la Vuelta a Asturias 2013 y en la del Tour du Gévaudan Languedoc-Roussillon en 2014, así como el triunfo de etapa que obtuvo en el Tour de Noruega y en el Tour de Beauce en 2015.

Nuestro compañero Rafa Simón escribió al término de la pasada temporada este bonito artículo homenaje repasando su trayectoria gracias al que todos aquellos que no han tenido el placer de conocerle pueden acercarse un poco más a su figura. Reproducimos íntegramente su carta de despedida:

No hay mayor victoria que sentirse querido

Todo empezó en 2006. El sueño que perseguía desde niño se convirtió en realidad y lo que era una afición pasó a ser un oficio. Viendo realizado uno de los sueños de mi vida, me dije a mi mismo: “Si algún día tengo hijos, les contaré lo orgulloso que llegué a estar de ser ciclista profesional”.

Desde entonces, han pasado 11 años. El número once en euskara significa abundancia y la verdad es que han sido muchas las alegrías vividas, pero también las dificultades superadas. Entre ellas varias lesiones, cierto que ninguna grave, pero el cumulo de ellas junto con diferentes adversidades han hecho mella.

Aunque el camino no haya sido fácil, considero que el ciclismo me ha aportado más de lo que yo le he podido dar, entre todas ellas una manera de vivir, unos valores bien interiorizados que me servirán para el resto de la vida. He conocido a personas inolvidables, así como muchos lugares del mundo que, si no hubiera sido por este deporte, no los hubiera conocido. Profesionalmente, he tenido la suerte de correr muchas de las carreras más importantes, también de saborear el triunfo en alguna que otra. Incluso, como si se tratase del sueño más dulce que podría tener un ciclista, de emocionarme al verme en los Campos Elíseos.

Aun así, he de confesar que este último periodo no ha sido del todo fácil. Habéis sido muchos los que me habéis preguntado sobre mi futuro y no habéis obtenido respuesta, es por ello que os quiero pedir perdón, pero al mismo tiempo, espero que me lleguéis a comprender. He seguido luchando y trabajando como lo he hecho siempre para estar al máximo nivel, pero el campo profesional exige lo máximo y algunos problemas físicos me han creado todavía más dudas de las que tenía. Ello me ha llevado a tomarme un tiempo y tras un periodo de reflexión os anunció que mi carrera profesional ha llegado a su fin y en adelante empezaré una nueva etapa en la vida. Nunca dejaré de sentirme ciclista ni aficionado a él, con lo cual seguiré disfrutando de este deporte, pero sin la exigencia del nivel competitivo en el profesionalismo.

Me gustaría agradecer a todos los que me habéis ayudado a crecer deportivamente desde que empecé siendo un crío: el club de ciclismo con todos sus respectivos integrantes, directores, masajistas, mecánicos… A los compañeros de equipo y amigos de la grupeta por convertir el sufrimiento en placer. Qué decir del apoyo incondicional de los de casa, que siempre os he tenido ahí, en momentos de disfrute tanto en los que ha tocado sufrir, en el aspecto deportivo, pero sobre todo en la vida diaria. A los amigos de toda la vida y los integrantes de “Amets Txurruka Lagunartie”. Y como no, a Lexuri y nuestra pequeña Nahia, dos pilares fundamentales en mi vida.

Para finalizar, querría agradecer especialmente a todos los aficionados a este deporte. Aun siendo un ciclista sin mucha clase, me habéis hecho sentirme a la altura de los más grandes, no tengo más que palabras de agradecimiento para describir el cariño que he recibido por vuestra parte. Me habéis enseñado que las victorias son dulces pero que no hay mayor victoria que el sentirse querido. Este sentimiento me ha acompañado durante toda mi carrera deportiva, y es el que me gustaría recordar cuando eche la mirada atrás.

¡Ha sido muy bonito, os agradezco de todo corazón!