Valverde desde la sombra

Olvidados ya los titulares del accidente sufrido por el murciano durante la etapa contrarreloj del pasado Tour de Francia, ahora está realizando uno de los trabajos más duros de su carrera deportiva.

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Valverde desde la sombra
Valverde desde la sombra

Parece que todos los aficionados se tranquilizaron cuando Alejandro comentó aquello de "volveré a ser el que era", algo natural en las declaraciones de una persona que nos tiene acostumbrados a un discurso optimista, definiciones escuetas, comentarios certeros y pocas florituras para llamar al pan, pan. Pero detrás de ese mensaje sereno se encuentra un cuerpo maltrecho, que arrastra una etiqueta parecida al parte del seguro del siniestro de un coche que se ha estrellado contra un muro: fractura de rótula, fractura de astrágalo, heridas de consideración en la tibia izquierda, abrasiones múltiples y una herida inciso contusa en la región anal, de ocho centímetros de profundidad, más propia de un diestro taurino que de un ciclista. Esta última lesión se produjo al chocar el cuerpo del corredor murciano, de manera muy violenta, contra una de las patas de las vallas que, supuestamente, debían proteger a los ciclistas.

Según hemos podido descubrir en un texto del periodista Paco Lastra, en La Verdad de Murcia, diario que hace un meticuloso seguimiento de la recuperación de Alejandro Valverde, las sesiones de tratamiento y rehabilitación son tan intensas o más que las de las rutinas de fondo en carretera, potencia o microciclos de recuperación. El Doctor Esparza, responsable de parte de los tratamientos, confirma la capacidad de sufrimiento del corredor del Movistar, muy por encima de lo normal a lo que los profesionales de la salud están acostumbrados.  Velando por la salud de Alejandro se encuentran dos grupos de fisioterapeutas, con sesiones de mañana y tarde: de 10 a 11:30 fisio, de 12 a 13 readaptación deportiva, regresa a casa para comer, siguiendo una dieta a su medida muy baja en carbohidratos y grasa (para mantener el peso forma), para regresar a las 6 de la tarde y retomar sesiones interminables de fisio, en un centro privado, que se alargan hasta pasadas las 9 de la noche. En esta segunda fase diaria, además de cuidar de sus articulaciones, le tratan las cicatrices para evitar adherencias y garantizar la mejor y más rápida recuperación.

Siguiendo el plan previsto por el Doctor Esparza, Valverde empezará ya mismo las sesiones de pedaleo, pero esta vez dentro de una piscina, para trabajar con la menor carga posible y permitir a la articulación de la rodilla su máxima funcionalidad: en 8 días de tratamiento su rodilla izquierda ya tenía 90 grados de movilidad y ahora es el momento de recuperar toda la dinámica de esa articulación.

Genio, pundonor, valentía, capacidad de sufrimiento… dentro y fuera de la bicicleta: el ADN de un campeón.