Ciclismo a Fondo brindará un año más la oportunidad a sus lectores de elegir al mejor ciclista del año, un premio que en las últimas campañas le otorgasteis a Peter Sagan (2016), Alejandro Valverde (2015), Alberto Contador (2014) y Purito Rodríguez (2013). En los próximos días os iremos presentando, a través de un análisis de su temporada, uno a uno a los diez candidatos que hemos seleccionado para participar en la votación y cuando todos hayan sido desvelados abriremos el plazo para que ofrezcáis vuestro veredicto. Y para arrancar hemos elegido a El Bala.
Alejandro Valverde ha terminado el 2017 con 11 victorias. Solo Sagan (12), Mareczko (13), Gaviria (14) y Kittel (14) han ganado más este curso. La diferencia reside en que todos ellos han completado la campaña entera, mientras que El Bala únicamente ha podido realizar 36 días de competición. Una productividad de absoluta locura que habla de cerca de un triunfo cada tres jornadas y de uno de los mejores arranques de temporada de la historia del ciclismo. Ganó la Vuelta a Andalucía, la Volta a Catalunya, la Vuelta al País Vasco y después volvió a dominar en las Ardenas: conquistó su quinta Flecha Valona y su cuarta Liege-Bastogne-Liege.
A sus 37 años, Valverde, liberado de cualquier tipo de presión y con el único afán de seguir disfrutando de la bici, ha logrado extraer el máximo rendimiento de sus capacidades absolutamente privilegiadas para el ciclismo, que además de situarle como uno de los mejores clasicómanos de todos los tiempos, le establecen como uno de los mejores corredores en vueltas por etapas de la actualidad. Una combinación de cualidades que no admite comparación con ninguno de sus coetáneos.
En Andalucía, Catalunya y País Vasco se mostró imperial, intratable, y doblegó a Alberto Contador, que fue segundo en las tres, además de a todo rival que intentó plantear oposición. Entre ellos Chris Froome, Thibaut Pinot, Dan Martin o Rigoberto Urán.
En lo que respecta a su temporada de clásicas solo cabe decir que esta fue algo especial. Su dominio, transmitiendo la sensación de decidir las carreras cómo, cuándo y dónde quería, fue abrumador y sus éxitos en Flecha Valona y Liege-Bastogne-Liege incontestables. Es ya, con nueve victorias, el segundo ciclista con más triunfos en el Tríptico de las Ardenas, a solo uno del registro de Merckx, que cuenta con 10.
Después de un parón de algo más de un mes, debía comenzar el segundo tramo de su temporada con el Criterium del Dauphine y la Grande Boucle como puntos centrales, pero una valla sin protección a la salida de una curva empapada y rapidísima sobre la que una moto había caído minutos antes acabó con su rodilla y su temporada. Nos quedamos sin conocer hasta donde podría haber llegado en un Tour en el que visto su resolución no parece descabellado pensar que habría estado luchando por el podio hasta el último día, y por extensión, dado el escaso margen por el que se decidió la general, por el maillot amarillo. Una cruel injusticia que nos dejó sin el mejor Valverde que jamás hemos visto, pero que ya parece estar preparado para volver en 2018 donde lo dejó. “Creo que no voy a tardar mucho en volver a ganar”, avisó hace tan solo unos días.