Chris Froome ha amanecido esta mañana con cuatro maillots amarillo de vencedor del Tour de Francia en su poder. Una cifra que le coloca como una de las grandes leyendas de la historia de la ronda gala, pues solo Indurain, Hinault, Anquetil y Merckx, con cinco, han logrado reinar en más ocasiones que él en Paris. “Es un sentimiento increíble. Esta mañana, tras despertarme, todavía quería pellizcarme para saber si era real”, ha comentado el anglokeniata en un evento organizado en los estudios centrales de Sky para conmemorar su gran éxito.
“El recorrido de este año no se adaptaba a mis fortalezas y ha sido probablemente el Tour más duro al que me he tenido que enfrentar en mi carrera. El equipo ha sido clave este año. He tenido días buenos y malos, pero mis compañeros se han mostrado muy sólidos para apoyarme en los momentos difíciles”, ha explicado Froome, que ha desvelado que quiere continuar peleado por la ronda gala durante el próximo lustro. “Tengo 32 años ahora mismo. En este deporte los corredores pueden ganar el Tour entrados en los 30 y yo llegue al ciclismo tarde, así que me siento bastante joven. Esta es una de esas especialidades en la que la experiencia es muy valiosa. Yo continúo aprendiendo y mejorando como corredor. Durante los próximos tres, cuatro o cinco años, tantos como pueda, me gustaría volver a la Grande Boucle y darlo todo”.
Durante su comparecencia, su cuarto triunfo en la ronda francesa ha compartido protagonismo con su inminente presencia en la Vuelta a España, ante la que Froome se ha mostrado muy ilusionado. “Amo correr la Vuelta. Son tres semanas de disfrute y después de ser segundo en tres ocasiones me encantaría ganarla. Lograr el Tour y la Vuelta el mismo año sería increíble. Ahora tengo la oportunidad y voy a ir a por ello”, ha expuesto el líder del Team Sky, que exhibe una vez más un enorme talante competitivo y un gran deseo por nuestra grande, más que el que ningún otro ganador del Tour de Francia ha demostrado jamás.
