El Tour de Francia es fiero y cruel y con el paso de los días va castigando y debilitando el cuerpo de sus participantes. Las molestias y dolores de todo tipo son habituales, así como las bajadas de defensas y la consecuente aparición de enfermedades que han dejado en la estacada a George Bennett (LottoNL), que estaba siendo una de las revelaciones de la carrera, y a Philippe Gilbert (Quick Step).
El ciclista neozelandés, que ha formado parte del top 10 de la carrera durante buena parte de la misma y que se encontraba decimosegundo, ha tenido que bajarse hoy de la bicicleta tras ser incapaz de soportar el despiadado ritmo que ha llevado el pelotón desde la salida dada la presencia del viento. “Llevaba varios días sintiéndose mal y ayer por la tarde empezó a estar enfermo. Esta mañana le ha subido la fiebre y hemos decidido salir a ver si el día era sencillo y podía sobrevivir. Finalmente, ha sido demasiado duro”, comentaba Nico Verhoeven, director del LottoNL-Jumbo.
Philippe Gilbert, por su parte, no ha llegado a tomar si quiera la salida debido a un virus gastrointestinal y se marcha de la carrera con el cuarto puesto del pasado sábado en el muro de Rodez como mejor resultado.