Chris Froome no tuvo su mejor día en la ascensión a los Machucos pero supo sufrir para limitar las pérdidas. 42’’ segundos se dejó con respecto a Nibali, que ahora tiene 1’16’’ de desventaja respecto al británico del Sky. “Todos sabíamos que el final era duro, ha sido un esfuerzo muy grande y quizá pagué el de ayer en la crono”, afirmó.
Froome afirma que “sigo en una posición buena, a casi un minuto con el segundo y tengo mucha confianza para los próximos días”. Dijo que el final era “el típico de la Vuelta, una rampa dura y corta pero que se iban a marcar diferencias”. Le quedan “cuatro días de ir a bloque. El Angliru será el día más duro. Todos los esfuerzos suman para esa etapa pero me siento bien y soy optimista con el tiempo que tengo”. Verle sufrir en las rampas de los Machucos ha reavivado las esperanzas de sus rivales pero él no pretende ceder. “Está siendo más duro ganar la Vuelta que el Tour pero es que siempre me he centrado al 100% en el Tour y en la Vuelta corría tratando de sobrevivir. Este año el plan ha sido empezar más tarde por eso. Quizá no esta al top de mi condición en el Tour pero decidimos alargar mi forma hasta el final para venir a la Vuelta”.
En estos días que quedan de Vuelta a España para defender su liderato, Froome señala a Alberto Contador, al que le quedan cuatro días como ciclista profesional: “en los últimos años ha sido un gran rival, anima las carreras mucho. Toma riesgos, a veces le han dado sus frutos y otras no. Hoy ha sido uno de los corredores más agresivos y en este caso le ha servido porque ha conseguido recortarme casi un minuto”. Froome contó también que, después de la Vuelta aún no tiene los planes cerrados: “No sé si correré el Mundial de crono, el de equipo seguro pero el individual aún no lo sé. Primero quiero llegar a Madrid”.