No suele ser Chris Froome hombre que critique, insulte o nada por el estilo. Es extraño verle enfadado, fuera de sus casillas pero hoy, en la conferencia de prensa lanzó un pequeño dardo al resto de equipos con favoritos para ganar la Vuelta. “Me ha sorprendido que ningún equipo haya tirado para echar abajo la fuga”. El keniano defendía que el maillot rojo “nunca estuvo en peligro” pero lo cierto es que hubo momentos en los que Jetse Bol, el ciclista del Manzana Postobón, lo rozó con las manos.
Lo cierto es que ni a Froome ni al equipo Sky se lo va a poner nadie fácil en esta Vuelta. Han cogido el liderato pronto, como le gusta a Froome, pero eso les va a obligar a desgastarse día sí y día también como hoy, bajo un tremendo calor húmedo que de momento no parece afectarles. Todo lo que no se sientan obligados ni deban hacer el resto de equipos no lo harán para obligar al Sky a trabajar durante toda la Vuelta.
Ayer en Tarragona ante las preguntas de los periodistas, Froome desmentía correr ya pensando en la crono de Logroño. Pero no deja de hacer referencias a ella. Hoy no ocultaba que Chaves es su rival más fuerte “pero la crono no juega a su favor”. Al que mejor le va es a Nibali y ya hoy, en una llegada muy explosiva que no le iba bien, todo hay que decirlo, se ha dejado 26’’. Es, de los favoritos, el que más ha perdido tras Bardet que se ha dejado 50 segundos. 22’’ ha perdido David de la Cruz, con cara de pocos amigos y poco hablador (que no acostumbra) en la meta. 11’’ perdió Aru.
El que tenía un rostro más amigable era Alberto Contador que llegó junto a Froome e incluso cruzó la línea de meta antes que el líder del Sky. La pedalada bailona se recupera. Lo confirma Thomas, su masajista personal, minutos antes de verle seguir la estela de Froome. “Ayer ya comió bien”.
Después de Contador y De la Cruz, el ciclista más seguido por la prensa española es Marc Soler. El catalán del Movistar se metió en la fuga. Le faltó entendimiento con el resto de corredores en la persecución de Lutsenko y Marco Haller. Cuando llegó a meta, los micrófonos inalámbricos de todas las radios españolas y la televisión lo rodearon. TVE, la Cadena Ser, la Cope, Radio Marca, Onda Cero, Radio Nacional…de repente, Soler se sintió asediado, agobiado. Todos los periodistas escupían sus preguntas a gritos y él sentía que le faltaba el aire y oídos para escucharlos a todos. “¿A quién respondo, que me lío?”, les respondió.
Le falta a Soler aún esa destreza que tienen Valverde, Contador o que tenía también Purito de que, aunque le hicieran cinco preguntas diferentes a la vez, responder con unas palabras que darles a las radios. Seguro que en esta Vuelta en la que Movistar ha empezado a retomar el vuelo, se empezará a acostumbrar.
