Alberto Contador se acerca al podio pero cada día que pasa, está más caro. El madrileño logró superar a Miguel Ángel López, a Fabio Aru y a Esteban Chaves en la clasificación general pero su lucha por entrar en el cajón del podio final de Madrid el próximo domingo se pone difícil después de ver la extraordinaria demostración de Wilco Kelderman en la crono, que le ha afianzado en la tercera posición. “La verdad es que el podio está realmente complicado después de la crono. Creo que ha sido una buena crono, no muy buena porque no la he ganado, pero no ha sido mala”.
Aunque aseguraba que “no ha sido de mis mejores cronos, no hace falta remontarnos mucho. La última del Tour fue buena”. Sobre el minuto que se dejó con Froome señaló que estaba en sus planes: “Sabía que era el gran favorito, el recorrido se le adaptada a la perfección y lo ha demostrado. Yo sabía que ganar una crono tan llana era casi imposible. Con un puerto de montaña me hubiera podido beneficiar un poco”.
Contador desveló que “no tenía referencias” porque decidió “tapar los vatios y he ido por sensaciones”. Explicó que “he tirado por poner el 58, ayer pegaba viento de cara cuando vi el recorrido y hoy un poco favorable, quizá ha habido momentos en que he ido un poco mas atascado. No me encontraba cómodo en el rodillo y he tapado vatios, solo veía la cadencia, y me decía que no podía ir más rápido, creo que tengo buenas piernas para lo que queda de Vuelta”.
A eso se aferra: “quedan cinco días muy bonitos por delante. Van a pasar muchas cosas en carrera. Va a haber movimientos de corredores que van a más como Miguel Ángel López y eso hará que la carrera pueda cambiar”. Asegura que “voy a seguir disfrutando como lo estoy haciendo toda esta Vuelta, tenemos cinco etapas muy bonitas”. Contó que “cuando me he levantado no me dolían las piernas, eso significa que he aprovechado el día de descanso”.
Tiene claro que “se me complica aún más el podio porque los rivales director han hecho mejor crono que yo, Zakarin y Kelderman. Está lejos pero a ver qué puedo conseguir”. Acerca de los Machucos, el gran descubrimiento de la Vuelta que espera mañana dice que “no lo he visto, pero me han dicho que es una barbaridad, una locura de subida. Iré lo mejor que pueda. Montaré un desarrollo como de bici de montaña para poder subir. A ver cómo responden las piernas”.
Preguntado por las últimas etapas que le quedan como ciclista profesional, repite que “quiere disfrutarlas al máximo, serán todas muy especiales, seguro que la de Madrid al ser la última también”. Al día siguiente se llegará a Santo Toribio de Liébana y le han preguntado si es religioso: “Soy bastante religioso porque mi madre siempre me lo ha inculcado. No soy practicante pero llevo una medalla de un ángel de la guarda al que le doy mucho trabajo”.