Es una maniobra aparentemente sencilla, pero hay que hacerla de manera meticulosa para que podamos pedalear en la posición correcta. Al estar fabricadas las calas modernas con materiales plásticos, se degradan con relativa facilidad, por lo que la maniobra de reemplazo es una de las más habituales entre los ciclistas que pedalean con cierta asiduidad.
Si la suela de la zapatilla es de fibra de carbono, es aconsejable pegar en la porción correspondiente a la cala un trozo de cinta adhesiva o esparadrapo de tela: de esta manera se impide que la cala patine sobre el carbono, evitando utilizar un par de apriete excesivo. Si vas a poner el mismo modelo de calas nuevas de las que has quitado, haz marcas en la suela, con un rotulador indeleble, para no tener que volver a regular el mecanismo.
Para los que van a instalar unas calas sin referencias anteriores, es muy interesante hacer los ajustes finales con la bicicleta sobre el rodillo o, incluso, poniendo los pedales en una bicicleta estática o de spinning.
Quitar calas con tornillos estropeados
Si hace mucho tiempo que no has desmostado las calas de las zapatillas es fácil que la rosca de los tornillos se haya deteriorado o que la cabecilla, debido al roce con piedras, no permita alojar las llaves allen o el destornillador para aflojarlos.
Hay dos métodos viábles:
-Con una broca de 5 mm de diámetro eliminar la cabecilla de los tornillos.
-Utilizando una sierra para metales, practicar una ranura en la cabecilla del tornillo para poder utilizar un atornillador.