La madrileña calle Segovia ha quedado huérfana de uno de los padres que la hicieron famosa por albergar, en la histórica esquina con la calle de la Cruz Verde, una de las tiendas con más abolengo y carisma del Madrid más castizo, en pleno barrio de las Vistillas.
Hace más de 90 años el padre de Enrique, otro Enrique que dejó su huella, inauguró la tienda de bicicletas que, durante muchas décadas se convertiría en la referencia absoluta del ciclismo desde los años 50 a los 90 del pasado siglo. Mucho más allá de vender bicicletas, ellos las diseñaban, las fabricaban y construían modelos a medida para personajes de la talla de Federico Martín Bahamontes, Marco Giovanetti, Eduardo Chozas o Mecior Mauri, colaborando de manera muy estrecha con directores de la talla de Maximino Pérez o Manolo Saiz.
Con el cambio de los tiempos, Enrique dio un giro a su empresa y se metió de lleno en el mundo de la bicicleta de montaña, siendo el primer importador para España de la prestigiosa marca americana Specialized, continuando más tarde con la distribución de productos de otras multinacionales. En 1992 la veterana tienda de la calle Segovia tuvo que echar el cierre, durante tres años, debido a los desperfectos sufridos por la bomba de ETA que tenía como objetivo la Capitanía General de Madrid.
El pasado sábado 16 de febrero, a la edad de 74 años, Enrique Otero nos dejó. Desde Ciclismo a Fondo queremos rendirle un merecido homenaje y aprovechar para enviar nuestras condolencias a sus seres más allegados ya que, por encima de todo, Enrique siempre fue considerado nuestro amigo. Descanse en paz.