Del mostrador a la nube
Con este informe no queremos desatar suspicacias, y que nadie piense que hay alguna voluntad oculta para perjudicar a las tiendas de toda la vida, donde la cercanía del trato con el cliente y la profesionalidad en el ejercicio de su profesión son sus mayores atractivos, pero no queremos estar de espaldas a una realidad que, según los datos que ha publicado la Comisión Nacional de Mercados de la Competencia (CNMC) , informan que, durante el pasado año las ventas directas a través de Internet en nuestro país crecieron más de un 29%, respecto al ejercicio anterior, acumulando un incremento del 179% en el lapso de los últimos cinco años. El mercado de productos ciclistas no está al margen de esta tendencia, siendo cada vez más habitual que los usuarios recurran al mercado online para adquirir un gran número de las bicicletas, componentes o accesorios que necesitan para practicar su deporte favorito. Sobre el papel tenemos estas dos alternativas y cada usuario decide por cuál se decanta, disponiendo cada una de ellas de pros y contras:
A FAVOR:
Online
-Comodidad en la selección.
-Variedad de plataformas de venta.
-Gestión personalizada de ofertas y descuentos.
-Posibilidad de adquirir productos de mercados internacionales sin presencia en nuestro país.
Tienda clásica
-Trato personal.
-Selección física del producto.
-Servicio post venta directo.
-Ofertas personalizadas.
-Asesoramiento experto.
EN CONTRA:
Online
-Inquietud por la seguridad en la compra.
-Dificultad para seleccionar tallas en artículos que las necesitan.
-Falta de asesoramiento personalizado.
-Complejidad en los cambios y reclamaciones.
Tienda clásica
-Desplazamiento físico hasta el punto de venta.
-Disponibilidad a veces limitada de tallas y modelos in situ.
-En ocasiones baja oferta de precios.
El método mixto
Cada vez es más frecuente que un gran número de tiendas dispongan también de un servicio de venta online, con lo cual eliminan los puntos negativos que pueda tener en su contra un establecimiento físico. Esta manera de multi canal de venta mejora mucho la confianza que cualquier usuario pueda tener de una empresa, al disponer de un lugar físico donde dirigirse en caso de tener que realizar un cambio o reclamación, permitiendo, incluso, realizar la compra y el pago por la Red y la retirada del artículo en el punto de venta, aunque requiere del desplazamiento del comprador hasta el lugar de distribución.
¿Y qué talla necesito?
Una cadena, unos pedales, un pulsómetro, unas gafas… son artículos ciclistas que se compran con bastante facilidad ya que, una vez que conozcamos el modelo concreto, se puede lanzar el pedido, pero, cuando se trata de adquirir productos textiles o calzado, la operación se complica, ya que existe una cierta disparidad entre la unificación de medidas, existiendo varios tallajes que, en la mayoría de las ocasiones corresponden a la normalización de un país determinado, no disponiendo de una correspondencia con las medidas de otros. Es de suma importancia que el site donde pretendas adquirir un producto de este tipo disponga, además de información suficiente para que puedas elegir la talla que te corresponde (combos de medidas, explicación sobre medición…), un sistema claro y conciso sobre el posible cambio de producto y los costes que podría producir al consumidor. Este es uno de los riesgos de las compras por internet pero, el beneficio económico puede ser tan grande que compensa el riesgo de poder equivocarse con la talla.
La Biblia de la compra por online
1. Compra solo en webs seguras
Busca el símbolo del candado cerrado en la barra de direcciones antes de transferir información privada. El candado significa que la conexión es segura, por lo que no pueden vigilar tu conexión de incógnito y robar tus datos personales/bancarios. Si haces click sobre el candado cerrado, se mostrará información sobre quién es el propietario de la página y quién la verificó.
2. Registro fiable
Sin complicarte mucho la vida, emplea un mínimo de ocho caracteres, entre los que exista una mayúscula y algún carácter numérico. Y evita utilizar la misma password que hay en tu email, porque si algún indeseable lograse hackear la base de datos de la web donde estás comprando, también podría reventar tu cuenta de correo.
3. Fiabilidad de la web donde compras
Antes de lanzarte a ver las ofertas que más te interesen, navega por la web, lee los términos de privacidad, los textos legales y, sobre todo, la política de pagos, devoluciones y reintegros. El porcentaje de conflictos en las adquisiciones de internet no es más alto del que pueda existir en las compras en tiendas físicas pero, llegado el caso, debes tener claro qué es lo que has aceptado al registrarte en una web determinada. Sin llegar a casos extremos, debes tener muy claro los derechos que te asisten si necesitas reemplazar una talla equivocada. Comprueba que haya un número de teléfono de atención al cliente, preferentemente que sea una llamada local e incluso prueba a hacer una llamada para hacer cualquier pregunta y hacerte idea de lo que te vas a encontrar al otro lado del teléfono.
4. Guarda la secuencia de la compra
Almacena en un lugar accesible todos los formularios, confirmaciones y albaranes que se hayan generado durante tu proceso de compra: es imprescindible que puedas trazar el itinerario de la compra y la entrega de lo que has adquirido.
5. El pago
Posiblemente esta sea el capítulo más importante ya que, dependiendo del método que utilices, serás más o menos vulnerable a posibles acciones no previstas. Vaya por delante que, si confías en una web que ofrezca el protocolo de seguridad que hemos descrito en un párrafo anterior estarás bastante protegido pero, no está de más conocer los detalles de cada manera de pago, siempre que la plataforma que estés utilizando te permita elegir diferentes métodos.
-Contrarreembolso/contado: es un método bastante antiguo, pero garantiza mucha seguridad, ya que, hasta que no recibes el producto, no lo abonas. En su contra diremos que requiere de tu presencia para afrontar el pago cuando recibas el producto y que, aunque recibas una caja, no sabes lo que hay dentro y sí, funciona pero hasta que no lo abras… y el mensajero (cartero…) no dejará que levantes un precinto hasta que no satisfagas la cantidad consignada.
-Tarjeta de crédito/debito: es uno de los métodos más utilizados, además de la seguridad que pueda aportar la web donde estás comprando, las plataformas bancarias tienen sus propios protocolos de seguridad, bastante estrictos, por cierto y, además, dispones de una gran flexibilidad a la hora de realizar los pagos o, incluso, de anularlos en caso de que no estés conforme con el proceso de la transacción.
-Tarjetas de crédito virtuales: si eres usuario de la banca en internet, la mayoría de los bancos ofrecen, de manera gratuita, la opción de generar una tarjeta de crédito virtual, con una numeración única, la fecha de caducidad que tú decidas y una recarga por el importe que configures tú mismo, de manera que no utilices los datos de tus tarjetas de crédito físicas en transacciones comerciales.
-PayPal: es uno de los métodos más utilizados, nació con el comienzo del "e-comerce" en Internet y actúa como una especie de "notario virtual" que intermedia entre nuestro banco (tarjeta de crédito) y la plataforma de compra o pago. Cobra comisiones al vendedor, por lo que algunas páginas web no la admiten como forma de pago.
-Transferencia: no es un método muy habitual en las compras por internet, pero lo suelen utilizar tiendas que no son demasiado grandes y carecen de pasarela de pago. Es un método bastante seguro, ya que el cliente dispone de todo el control sobre la transacción y puede ser reversible en caso de desacuerdo, aunque algunos bancos cobran comisiones por esta operación.
6. Infórmate y puntúa
En la mayoría de comercios on-line disponen de algún sistema de puntuación y valoración sobre los productos vendidos. Antes de realizar una compra curiosea un poco por la web las opiniones que han dado otros consumidores y, en caso de que realices una compra, no olvides dar tu opinión sobre el servicio recibido y el producto adquirido: este es un sistema muy democrático para compartir con el resto de consumidores la percepción de calidad de una transacción.
7. Seguridad elemental
Cuando te dispongas a realizar una compra en firme, realizando el pago a través de una pasarela, no utilices conexiones públicas (aeropuertos, "free-wifi", cybercafés, wifi de hotel…), es muy fácil que algún indeseable pueda monitorizar la operación y utilizar tus claves de seguridad para generar compras.
8. Reporta cualquier irregularidad
Si has sufrido algún intento de fraude o han conseguido utilizar tus datos de registro en tu perjuicio, no dudes en denunciarlo cuanto antes. El Ministerio de Interior tiene habilitado un espacio en internet para poder realizar este tipo de notificaciones a través de este enlace: https://denuncias.policia.es/OVD/
Los derechos del comprador de Internet
La Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, a día de hoy, no distingue entre una compra on-line y otra realizada en una tienda física, por lo que los derechos que asisten al comprador "digital" son los mismos que los que tiene la adquisición en un comercio físico: sistemas de pago, devoluciones, garantías, reclamaciones, etiquetado, descuentos… están a la misma altura.
¡Me gusta este maillot!
Paso a paso de una compra en una tienda de material ciclista on-line.
1. Una vez has encontrado una tienda on-line que te dé confianza, con una buena política de devoluciones (por si acaso…) empieza por registrarte creando un usuario y contraseña. Sigue las recomendaciones que te comentamos antes para elegir contraseña. Obligatoriamente tienes que estar de acuerdo con su política de privacidad para seguir adelante, haz click para leerla y no llevarte sorpresas de cesiones de tus datos a terceros que no tengan relación alguna con la empresa en la que estás comprando, por ejemplo. En este punto del registro normalmente tienes la opción de elegir o no que te envíen novedades y ofertas por e-mail, nuestra recomendación es aceptar, siempre que la posibilidad de anular la suscripción se ofrezca de forma explícita, por si los correos son demasiado frecuentes y te incomodan o dejan de interesarte.
2. Haz una búsqueda del artículo que quieres comprar, por ejemplo, “maillot”.
Puedes ordenar tus búsquedas por precio (menor o mayor), mejores valoraciones, descuento, los más vendidos…dependiendo de cada tienda online.
3. Cuando hayas elegido el producto que te interesa dale a ‘añadir a la cesta’, donde tendrás la opción de pagar o seguir comprando.
4. En la cesta ya te queda claro lo que vas a pagar finalmente, con los gastos de envío incluidos. En casi todas las tiendas online a partir de un importe te ahorras dichos gastos, así que si necesitas más artículos o quieres algunos consumibles para más adelante (cubiertas, pastillas de freno, etc.) es una buena idea agruparlos y anticipar pedidos para ahorrar dinero.
5. Solo te queda pinchar en ‘comprar’ para que se te abran las diferentes formas de pago, generalmente por transferencia bancaria, tarjeta de crédito o PayPal. Vuelve a asegurarte de que tu pedido es correcto e introduce los datos asegurándote de que sea un servidor de pago seguro SSL.
¡Enhorabuena, has hecho tu primera compra online!