La Mesa Nacional de la Bicicleta, presentó el pasado sábado día 20 de septiembre durante el transcurso de UNIBIKE, LA FERIA DE LA BICICLETA, su propuesta.
Con esta propuesta los integrantes de la Mesa pretenden poner en marcha un proceso que tenga por misión definir la política que debería impulsar el Gobierno español, a fin de promover un uso seguro, cómodo y atractivo de la bicicleta como parte primordial de una política de transporte integral y sostenible.
La bicicleta no es un medio de desplazamiento más. Es un vehículo que, a diferencia de los demás, cumple una función social en cuanto que favorece unas ciudades saludables en todos los aspectos: sanitarios, medioambientales, económicos y de sociabilidad. También se consigue con la bicicleta una ciudad más segura si se protege de manera adecuada a su conductor, dándole un trato preferente en políticas de tráfico e infraestructura vial y se desincentiva el uso de vehículos a motor privados.
En todos los países desarrollado, el uso de la bicicleta está aumentando. Es hora de que el Gobierno español abandone su actual postura de mero espectador y lidere una política nacional de fomento de la bicicleta.
La mesa Nacional de la Bicicleta está compuesta por la Asociación de Ciclistas Profesionales, la Real Federación Española de Ciclismo, la Asociación de Marcas y Bicicletas de España, la Plataforma Empresarial de la Bicicleta, el colectivo ConBici y la Red de Ciclojuristas.
A la presentación acudieron los representantes de estos colectivos, y posteriormente tuvo lugar un debate con la Directora General de Tráfico doña María Seguí, quien pereció mostrar gran interés por las Directrices. Se abrió a continuación un turno de preguntas e intervenciones del público, donde se le trasladó por parte de los presentes la enorme preocupación por la siniestralidad ciclista y lo que percibimos como falta de interés del Gobierno en la promoción de políticas activas en defensa de la bicicleta. También se le pidió la retirada de la campaña de la DGT en la que se llega a calificar al ciclista de “estorbo", porque entendemos que puede tener el indeseable efecto en los conductores más desaprensivos de justificarles acciones contra el usuario ciclista, máxime cuando la DGT no informa claramente a la población de las normas que benefician a los ciclistas.
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