Estamos a punto de terminar este año 2016 y me gusta siempre hacer un repaso para buscar nuevos objetivos de cara al futuro. No sé si os pasa a vosotros, pero yo sin objetivos claros no tengo la misma energía. Cuando era ciclista profesional me gustaba pensar en los errores y aciertos que había tenido durante la temporada. Pensar como mejorar, intentar buscar la excelencia en lo que hacía. Sobre todo, y aunque siguiera en el mismo equipo y desempeñando mi rol como gregario, ponerme metas. No hay excusas, siempre habrá algo que queramos conseguir. Profesional, personal… pero siempre algo, esa es la clave.
Ha sido un año en el que he vuelto a disfrutar mucho, también ha sido duro, no todo es maravilloso en la vida. Por un lado muy contento por ver nacer este blog, que gracias a todos vosotros ha sido un éxito. Me encanta poder compartir cada semana mis experiencias y opiniones, para que vosotros deis las vuestras.
También he disfrutado mucho con el nacimiento y presentación de la escuela de ciclismo que lleva mi nombre. Estos días comparto momentos con esos pequeños y en ocasiones sin darme cuenta me quedo mirándolos sin moverme, con mi cabeza en otro lugar, concretamente en el pasado… y me veo hace años, es fascinante. Paradojas de la vida cuándo presentaba la escuela, cuándo esta nacía oficialmente, algo muy importante para mí se apagaba. Situaciones que están fuera de nuestro alcance, que no podemos controlar y que no estamos preparados para afrontar. Pero si tienes esos objetivos y metas de los que os hablaba al principio, puedes superar de mejor forma esos grandes obstáculos. No digo olvidar, digo superar. Y para hacerlo, fui a por mi siguiente objetivo. Debía ponerme a trabajar inmediatamente al lado de ACA Cicloastur, en la Marcha. Mí, vuestra, nuestra Marcha, la de todos.
Objetivo cumplido, ver una edición más de “La Pasamontes” y ya van cinco. Orgulloso de disfrutar del ciclismo acompañado de amigos y cicloturistas venidos de todas partes de España. Más de 400 ciclistas pedaleando por las carreteras en las que comencé a pedalear hace ya unos cuantos años. El verde predominante en el recorrido y el fucsia de los maillots ponían colorido y tapaban los grises y negros que querían aparecer en mi cabeza pero que se quedaban atrás, sin fuerza. Poner voz en COPE, al lado de un equipazo comandado por el gran Heri Frade, al Tour de Francia y a la Vuelta a España fue también una inyección de energia. Disfrutar al otro lado del micrófono de algo tan intenso como una Olimpiada y descubrir que estas pequeñas, grandes cosas son las que me movían cada día. Ilusión de ver crecer mi proyecto Challenge359, de comprobar la intención de muchos deportistas, entre ellos ciclistas, de formarse y pensar en construir un futuro. Compartir como mentor deportivo metas de deportistas, que al final se convierten en las tuyas propias. Acompañarles en su día a día y ver el compromiso que adquieren consigo mismos para cumplir lo que se proponen cada año.
Mi viaje a Cuba con la Titan Tropic, explorar un país en un momento histórico y descubrir la solidaridad de la gente. Pedalear conmigo mismo en muchos momentos y pensar el motivo que allí me llevó. La fibrosis quística y la asociación de alpinistas con cáncer, me ayudaban a entender que hacía allí.
Volver a reunirme al lado de mis amigos Ventoso y Lucas Ordoñez para organizar la segunda jornada de convivencia de coche y bici. Buenos amigos que no dudaron en acompañarnos, para recordar lo importante que es el respeto mutuo en la carretera. Sin olvidarnos de Anna y todo lo que está haciendo por el colectivo ciclista, increíble. El deporte, la bici, son mi motor diario. ¿Pero sabéis de qué me siento más orgulloso este año?, de mi familia y amigos. Puede sonar a tópico, a frase hecha, pero es la realidad. En un año difícil y a la vez cargado de aprendizajes, todos ellos han demostrado estar ahí. “Estar ahí” también suena a frase hecha, pero os aseguro que yo he conocido su significado pleno. He tenido auténticos gregarios que no han dudado ni un momento en empujarme o avituallarme.
Ahora llega un nuevo año, ya pienso en esos objetivos que me acercarán a metas, ya rondan mi mente. Tengo ganas de disfrutar de la sexta edición de la Pasamontes, de ver a los pequeños de la escuela de ciclismo seguir creciendo, de compartir rutas con mis inseparables “Gorilas de la grupeta”, de seguir dando herramientas a deportistas para mejorar cada día, de seguir contando ciclismo, de montarme en mi bici y pedalear por un motivo o de seguir conociendo a gente maravillosa como la que me ha dado este año 2016. Te propongo analizar todo lo que te ha ocurrido en el año, piensa que quieres conseguir en 2017 y busca estrategias para llegar. Seguro que no serás capaz de conseguir todo lo que te propongas, fijaros que esta frase no es la que acostumbramos a leer últimamente, pero sí que conseguirás mucho. Los objetivos hacen que en momentos complicados cuándo no entiendas nada, cuándo crees que nada tiene explicación, sigas avanzando. En otro de los post os decía que debemos girar como lo hacen las ruedas de nuestras bicis, de otra manera todo girará excepto nosotros. Mis objetivos personales, profesionales o pedalear me ayudan a superar momentos difíciles. No a olvidarlos, olvidar no quiero. Os deseo lo mejor para este próximo año, sobretodo salud y os invito a que compartáis vuestros objetivos, sean del tipo que sean.
Un abrazo de corazón.
- Luis Pasamontes
- @pasamontesluis
- www.luispasamontes.com