Por sexto año consecutivo, la escuadra dirigida por Eusebio Unzué dominó la prueba en línea de los Campeonatos de España, disputada este domingo en Cáceres sobre 189 kilómetros que finalizaban en un importante repecho final en el que Alejandro Valverde ha superado a Carlos Barbero (Caja Rural-Seguros RGA) al sprint mientras Jesús Herrada se hacía con el bronce. "En los metros finales, más que de Jesús, iba pendiente de Barbero. Es muy difícil mirar atrás; sólo puedes buscar la meta, los rivales son muy fuertes y, aunque al final he mirado buscando a mi compañero, he tenido que rematar. Era una llegada que me venía fenomenal y he podido aprovechar la punta de velocidad", explicaba el murciano que no ocultaba que le hubiera gustado regalar el triunfo a uno de sus compañeros en agradecimiento al trabajo que realizan por él durante todo el año.
La prueba extremeña fue un monólogo al ataque de Imanol Erviti (Movistar). El navarro saltó alrededor del km 15 junto a Benito, Sáez (Caja Rural-Seguros RGA), Lizarralde (Murias), Aitor González (Ampo) y Marcos García (Louletano) y no fue alcanzado hasta a falta de 10 kilómetros para el final. Un postrero ataque de Gorka Izagirre (Movistar) junto a Bilbao (CAja Rural-Seguros RGA), dieron paso al inevitable sprint, donde Valverde sumó la 27ª victoria de Movistar Team en 2015 y mostró sus credenciales de cara al Tour de Francia que arranca el próximo sábado. “Me llevo un muy buen recuerdo de Cáceres: tres días muy a gusto, tranquilos y ahora, este triunfo. El calor no me desagrada, aunque hoy ha sido demasiado ‘extremo’. El Dauphiné fue una carrera muy intensa, difícil, aunque me dejó un punto muy bueno y hoy lo hemos podido aprovechar. El equipo ha llevado el pelotón controlado en todo momento y cada kilómetro que pasaba se veía más claramente que se iba a llegar al sprint. Sólo nos quedaba apretar a tope y luchar por la victoria. Ahora, rumbo al Tour: creo que llegamos en muy buena forma”, sentenciaba Alejandro Valverde que tendrá en la primera semana de la Grand Boucle varias oportunidades claras de victoria, especialmente dos: la tercera etapa, con final en el Muro de Huy, y la octava, que termina en el Mur de Bretagne.
