Pablo Lastras nos dió unos sabios trucos para mejorar nuestra técnica de bajada en la primera edición de nuestra revista hermana Bicisport (mayo 2013).
Posición de descenso
Pablo nos recomienda “Agarrar siempre el manillar por la curva inferior y flexionar los brazos para amortiguar los baches, pero sin llevarlos agarrotados. La vista siempre al frente para reconocer la siguiente curva. No debemos sobrepasar nuestros límites, hay que llevar siempre margen suficiente para reaccionar ante los imprevistos. Y siempre por el carril de la derecha, no invadas nunca el contrario”. Su posición es aerodinámica pero no extrema, por lo que no nos provocará tensiones en los músculos.
¡Así no!
El aprendiz lo hace todo mal: lleva los brazos completamente estirados, rígidos y con las manos en las manetas. La cabeza y el tronco levantados, recibiendo todo el viento frontal. Lleva varios dedos en las levas de freno, a pesar de encontrarse en un tramo recto, con lo que el agarre al manillar no es el óptimo. No sabemos dónde está mirando, pero seguro que al sitio equivocado.
Cortando el viento
En tramos rectos y cuando no rodemos junto a otros ciclistas, podemos agarrar el manillar en la parte superior, llevar las rodillas hacia y agachar codos y espalda para así reducir la superficie frontal, penetrar mejor en el aire y aumentar la velocidad. Para principiantes es mejor probar a poca velocidad y en zonas fáciles o un vaivén de la dirección nos descolocará.
Sólo para expertos
Si desde la posición de la foto anterior pasamos a sentarnos en el tubo horizontal y apoyándonos en la tija del sillín, conseguiremos una posición más aerodinámica aún. Pero también muchísimo más inestable. Aunque veáis en carrera a Lastras -o a sus compañeros de pelotón- adoptar esta postura... ¡no les imitéis!
Otra postura
¡Ya está el novato haciendo de las suyas! Pero esta vez se ha librado de la bronca de Lastras. Éste nos comentó que “en esta posición se gana bastante velocidad, pero la rueda trasera pierde contacto con el asfalto al no haber presión sobre el sillín y la delantera recibe todo el peso, por lo que la dirección se vuelve muy nerviosa. Puntualmente podemos utilizarla, pero no es recomendable”.
La trazada correcta
Éstos fueron los sabios consejos de Pablo Lastras: “Debemos frenar antes entrar la curva, con suavidad y utilizando el trasero un poco más que el delantero. Sube una o dos coronas para así pedalear con la cadencia adecuada al salir de la curva. Baja el pedal del exterior y ejerce presión sobre él. También puedes dejar caer hacia la curva la rodilla interior para que su peso nos ayude a controlar la trayectoria. Sitúate a tu derecha para ir cerrando la trayectoria según llegues al vértice de la curva -sin invadir el carril contrario-, tras lo que deberás abrirte hacia el exterior. No mováis el cuerpo ni cambiéis la trayectoria bruscamente, ante todo, trazad con suavidad”.
Como NO debemos tomar una curva
¿Qué es lo que hace mal? ¡Todo! La posición: lleva el cuerpo y cabeza levantados, los brazos extendidos y las manos en los escaladores. Sigue pedaleando en plena curva -en vez de mantener abajo el pie del exterior- con el peligro de golpear con los pedales en el asfalto. Y el peor de los despropósitos: ¡traza de dentro hacia fuera! A poca velocidad que lleve, la curva le escupirá hacia el exterior dándose un buen susto o, en el peor de los casos, dará con los huesos en el suelo.
Hombre y máquina a punto
“Hay que utilizar siempre casco, guantes y gafas -con un cristal adecuado a las condiciones meteorológicas-”, nos apunta Lastras. “Y en cuanto a la bicicleta, siempre es de vital importancia tenerla a punto y perfectamente revisada, pero más aun en los descensos largos y rápidos, donde cualquier fallo en los frenos, dirección, ruedas y otras partes de la bicicleta pueden desencadenar el accidente”. Más consejos: “Es importante llevar las zapatas de freno en buen estado y del compuesto adecuado al material de la pista de frenado. También debemos revisar la presión de los neumáticos; bajas presiones nos dará más agarre, pero el flanco se deformará; y llevando la presión más alta de lo recomendable la rueda rebotará en las frenadas y la adherencia en curvas será inferior. Por último, pero no menos importante, debemos regular o colocar las manetas de freno de tal forma que lleguemos sin dificultades a ellas cuando llevemos las manos en la curva inferior del manillar”.