Si encendemos el teletransportador y viajamos un año atrás, cuando probamos la Reacto, también de Merida, sentimos que nos dejó un poco indiferentes. Una buena bici, pero algo falta de nervio y ahora, en cambio, la renovada Scultura nos regala sensaciones totalmente distintas. Es eléctrica. Su secreto lo podemos buscar en la gran rigidez que aporta el cuadro con un bloque inferior, desde la pipa hasta el eje trasero que transmite robustez a primera vista. Por esta razón, tiene aún mayor mérito el equilibrio conseguido para mantener un nivel de comodidad muy alto. Si le añadimos que la bici baja del ridículo límite de peso establecido por la UCI, nos quedamos sin excusas para los momentos en los que se desatan las batallas y vemos que nuestras piernas no son capaces de aguantar.
Otro de sus puntos fuertes lo vimos en los descensos, donde nos regaló una confianza plena. Con una ligera insinuación, gracias a su geometría agresiva, la bici entra en la curva inclinándose con falicidad hasta el límite que queramos. No es necesario corregir la trayectoria lo más mínimo. Por más que lo hemos intentando, no hemos conseguido encontrar nada que nos disguste, sólo meras preferencias como la tija monolink que limita mucho la elección del sillín.
Gracias a los éxitos de Hermida, Näf, Gunn-Rita Dahle y compañía, las bicicletas Merida han sido referencia en el mundo de la bicicleta de montaña, siendo muy habitual ver a cualquier aficionado a los pedales usar una montura de la marca taiwanesa. En carretera, la situación era totalmente contraria por lo que se decidieron definitivamente a darle la vuelta a la tortilla. Y que mejor punto de partida que esta Merida Scultura que a la postre ha sido la bicicleta empleada durante la temporada 2013 por el equipo Lampre-Merida.
Máxima rigidez y equilibrio
Sorprendente el gran trabajo que han llevado a cabo los chicos de Merida aunando en un mismo cuadro una tremenda rigidez con una fantástica calidad de rodadura. Al robusto tubo diagonal, hay que añadirle en sus extremos un pedalier y pipa también de generosas dimensiones. Merida también se ha apuntado al nuevo estándar BB386EVO de FSA que reune lo mejor de los sistemas de pedalier más extendidos: la anchura de los BB86 Press Fit con el eje sobredimensionado del BB30 para lograr una mejor transferencia de fuerzas si cabe.
En el otro extremo se ha optado por una dirección cónica con rodamiento inferior de 1,5’’ pero que visualmente parece incluso más. El resultado de esta estructura maestra pedalier-tubo-dirección se deja notar tanto subiendo con una gran facilidad para los cambios de ritmo como bajando en forma de altísima precisión incluso en esas curvas de gran inclinación y fuerte apoyo.
Circulos perfectos
No vamos a descubrir ahora el buen hacer de los suizos de DT Swiss y nos reafirmamos tras degustar estas deliciosas Tricon. Con un peso declarado inferíos a 1,5 kg, de perfil bajo y con una rigidez lateral excelente que nos permite mantener la bici en la trazada elegida con suma facilidad cuando bajamos, resultan ser el complemento ideal de la Scultura casando perfectamente con el carácter de bici deportiva. Por ponerles un pero, sería el cierre RWS de la marca, que es digamos, poco rápido, teniendo que apretar la leva girando y liberando la palanca para volver a girar y seguir apretando.
Elenco de lujo
Lo primero que llama la atención es la presencia del sistema Monolink de Selle Italia, esta vez en una tija de la marca alemana Procraft. Personalmente seguimos prefiriendo el sistema tradicional entre otras cosas porque siempre que hemos usado este sistema y el sillín SLR que lo acompaña, no nos hemos podido librar de constantes crujidos. También Procraft es la potencia, ésta de aluminio, con una apariencia que transmite ligereza. El cuadro de mandos se completa con un manillar FSA K-Force de curva anatómica y cotas clásicas. Acostumbrados a los nuevos modelos compact el agarre es cuanto menos extraño. Todos ellos se han personalizado con el característico color verde de Merida que también luce el cuadro y que redondea un conjunto muy homogéneo. Discreto y elegante.
Geometría
Aunque la Scultura sea una bici de concepción claramente competitiva, lo primero que nos llama la atención es la generosa altura de pipa de dirección. Una vez más se demuestra que la eficiencia no ha de estar reñida con la comodidad. El resto de cotas reafirman esta búsqueda de la agilidad, como las cortas vainas, los ángulos cerrados o la amplitud de tubo superior que nos coloca en una posición pura de ataque que nos permite ir muy rápido ya sea en llano o subiendo. A la hora de bajar nos sorprendió que no pierde la compostura a altas velocidades sobre todo teniendo en cuenta que prima la agilidad.
Resultado
Las sensaciones que nos dejó esta bici, que podemos encontrar por 6.599 euros, son de máquina de rápida reacciones, muy de competición cuando dejamos de un lago el chip cicloturista y con una comodidad nada fácil de encontrar en otras bicicletas deportivas. Se porta bien en todos los terrenos, con especial mención en las subidas, donde es una delicia sentir como toda fuerza que ejercemos sobre los pedales acaba en la cubierta trasera sin apenas pérdidas.
Puntuación: 9
Estabilidad: 9
Frenado: 9
Comodidad: 9
Cicloturismo: 8,7
Competición: 9,3
Todo sobre la Merida Scultura SL Team
Cuadro
Cuadro: Scultura SL - Alto módulo
Construcción: Monocasco
Horquilla: Full Carbon Double Chamber
Tallas: XXS, XS, S, S/M, M/L, L, XL
Colores: Team
Transmisión
Bielas: FSA K-Force Ligth 53/39
Desviador: SRAM Red
Cambio: SRAM Red
Mandos: SRAM Red
Cadena: SRAM Red
Ruedas
Ruedas: DT Swiss RR 1450 Tricon
Casete: Sram Red 11-28
Cubiertas: Vittoria Diamante Pro Light
Frenos: SRAM Red
Componentes
Manillar: FSA K-Force
Potencia: Procraft PRC ST1
Tija: Procraft PRC Monolink
Sillín: Selle Italia SLR Monolink
Cifras
Peso total: 6,340 kg (sin pedales)
Precio: 6.599 euros
Distribuidor: Merida Bikes SWE, S.A. (918306515)
Web: http://www.merida-bikes.com
Puedes encontrar la prueba completa en el número 333 de Ciclismo a fondo