La Prueba Cicloturista Vitoria, que este año estaba incluida en el Circuito de España de Ciclo Rutas Gran Fondo 2011 de la R.F.E.C., contó con una participación de 239 cicloturistas.
Fiesta del cicloturismo. Así se puede calificar la edición del 2011 de la Prueba Cicloturista Vitoria celebrada el pasado sábado 5 de Junio. Era una edición especial, se cumplía el 50 aniversario de la Prueba, que no su cincuenta edición, ya que durante sus 20 primeras andaduras tubo un carácter bianual. En el 2002 y a petición de los propios protagonistas, los cicloturistas, paso a ser anual. En este año 2011 se alcanzaba la XXXI edición. El recorrido volvió a ser duro y vistoso y por momentos muy exigente. 250 kilómetros, 7 puertos de montaña, entre ellos el mítico de Herrera, y un desnivel acumulado de 3.100 metros.
El ambiente en la salida, situada en el exterior del pabellón de Mendizorroza, era festivo. 239 cicloturistas, llegados de varias comunidades autónomas (País Vasco, La Rioja, Navarra, Castilla y León, Aragón, Madrid, Cataluña, Valencia, Extremadura...) procedían a dar los últimos ajustes a sus bicicletas y a tomar un cafecito antes de emprender la marcha.
Antes de darse la salida la R.F.E.C. quiso homenajear a la Prueba con motivo de su cincuenta aniversario, con la distinción de una placa conmemorativa que fue entregada por el Presidente de la R.F.E.C. Juan Carlos Castaño al socio nº 1 de la Sociedad Ciclista Alavesa y organizador de la Prueba Jesús Ibisate. Por su parte la organización entregó sendos maillots de la Sociedad Ciclista Alavesa, a Juan Carlos Castaño y a Antonio González, Presidente de la Comisión de Cicloturismo de la R.F.E.C. Instantes después y con absoluta puntualidad, a las siete de la mañana, Juan Carlos Castaño y Jesús Ibisate procedían a cortar la cinta de salida y se iniciaba oficialmente la prueba.
Cielo cubierto y 14ºC. Pelotón agrupado y rodar tranquilo. Así transcurrían los primeros kilómetros hasta alcanzar el 33 donde comenzaba la primera dificultad montañosa de la jornada, el Puerto de Opacua. Poco a poco el pelotón se fue disgregando formándose varios grupitos. Tras el duro ascenso, los cicloturistas se lanzaron en un descenso vertiginoso rumbo a Alsasua, aunque antes tuvieron que superar el Puerto de Urbasa. Era el kilómetro 80 y aún restaban 40 para el primer control de avituallamiento sólido. En medio del camino estaba el Puerto de Lizarraga. Aquí ya se notó que las fuerzas empezaban a gastarse. Lizarraga se hizo duro, pero tras coronar su cima, sólo restaba dejarse caer hasta Abárzuza.
En los frontones de la localidad navarra, población con notable tradición ciclista (cuna de José Miguel Etxebarri y de Benito Ros, 5 veces campeón del mundo de Trial en bicicleta) estaba situado el primer punto de control. En Abárzuza se encontraban esperando a los cicloturistas los hermanos Galdeano, Jesús y Francisco Javier, profesionales de la bicicleta entre las temporadas 50 a 63 el primero y 71 y 74 el menor. Era el momento de sellar y recuperar fuerzas.
Aprovechando el descanso, la organización entregó un recuerdo por su colaboración al Ayuntamiento de Abárzuza que fue recogido por su alcalde Arturo San Martín Morras. También, se entrego una placa al cicloturista navarro José Ramón Álvarez Ruiz de Galarreta que en la edición del año pasado sufrio un accidente en Codés y tras un largo proceso de recuperación está anhelando subirse de nuevo a la bicicleta.
Tras reponer fuerzas, los cicloturistas emprendieron camino hacia Laguardia donde estaba situado el segundo control de avituallamiento, pero su discurrir no fue sencillo, ya que antes de llegar a la Rioja Alavesa hubo que sortear las duras rampas del Puerto de Codés (18%) y el Puerto de Lapoblación.
En Laguardia, en las instalaciones de Bodegas Primicia, se situó el segundo punto de control de avituallamiento sólido. En grupos pequeños y cada vez más espaciados fueron llegando los cicloturistas. Era el kilómetro 198, se había cubierto gran parte de la prueba pero todavía quedaba lo más duro y las fuerzas cada vez eran menos, por ello descansar y reponer energías se hizo más necesario que nunca.
La organización, aprovechando el receso, entregó una placa de agradecimiento por su colaboración al Gerente de Bodegas Primicia, Iñaki Madrid.
A estas alturas de recorrido la temperatura ya era de 22º, aunque la amenaza de lluvia seguía en el ambiente. Con las fuerzas bastante justas se afrontó el último tramo. En pequeños grupos o de forma individual cada cicloturista encaró de la mejor manera los últimos kilómetros. En la mente de todos ellos estaban las duras rampas de Herrera, fue el momento de regular, de meter todo el desarrollo, de exprimirse la máximo y agotar casi las últimas reservas. Desde la cima riojana - alavesa se divisaba Vitoria - Gasteiz, pero aún quedaba la trampita del Alto de Zaldiaran.
Después de muchos kilómetros y tanto esfuerzo, la última tachuela se convirtió casi en un coloso pirenaico, pero al fondo los frontones de Mendizorroza esperaban la llegada de los cicloturistas. Poco a poco, casi a cuenta gotas fueron arribando los ciclistas, en su rostro se reflejaba el esfuerzo realizado pero también la satisfacción de haber concluido la prueba. Todos, recibieron una medalla acreditativa de su participación en la prueba, una botella de vino de Rioja Alavesa de Bodegas Primicia y un pantalón-culot corto o maillot de ciclista.
Al final de la prueba, la organización se mostró muy satisfecha de cómo había trascurrido la misma y del número de participantes, teniendo en cuenta las características de la prueba. La edición XXXII ya está en marcha.
Más información en: www.sciclistavitoriana.com
CONTACTO:
Pte. Sociedad Ciclista Vitoriana: José Luis Compañón: 945 28 21 27
Socio más veterano y organizador: Jesús Ibisate Remón: 679 13 59 46
Comunicación: José Arturo Castro: 699 78 70 62