Tras muchos meses de espera, de vivir la expectación de los sorteos dedorsales y de las diferentes repescas que ha habido para que el mayor númeroposible de candidatos pudiesen ver cumplido el deseo de verse en la línea desalida de Sabiñánigo, el pasado 19 de junio, 6.976 participantes comenzaron apedalear a las 7:30 de la mañana con las peores previsiones imaginables. Losservicios meteorológicos ya llevaban varios días avisándolo, de hecho faltaronen la convocatoria de salida más de 1.500 inscritos, la mayoría atemorizadospor las previsiones climáticas.
Los primeros kilómetros discurrieron con bastante normalidad, hasta que, unavez superado el puerto de Somport, una intensa lluvia, acompañada con vientopersistente de componente nordeste (dirección en la que entran la olas de fríopolar en invierno) se adueñó del terreno que debería pertenecer a loscicloturistas. Antes de llegar a Escot, el punto esperado para comenzar lasubida al temido Marie Blanque, la carretera estaba abarrotada de grupetasdetenidas, unos en busca de protección contra el frío, otros metiéndose en losbares franceses que les amparaban con algún líquido caliente y muchos otros,los más afectados, esperando a que llegase algún vehículo de la organizaciónpara retirarse de la marcha. Ser corrió la voz de este drama y muchos de losparticipantes que se enteraban de las condiciones atmosféricas en el alto deSomport decidían darse la vuelta y conformarse con este tramo como etapa del día.
Los supervivientes tuvieron que luchar contra el agua, el viento y el fríohasta que atravesaron la frontera española. Los avituallamientos seconvirtieron en reductos de reanimación, manteniendo la calidad de costumbre,pero con unos voluntarios que, al igual que los participantes, hacían de tripascorazón para soportar el rigor de la jornada.
Al final sólo llegaron a la línea de meta unos 5.500 cicloturistas, la mayoríadesilusionados por las condiciones en las que habían tenido que pedalear y porel perjuicio que había supuesto para aquellos que pretendían mejorar su tiempode años anteriores, pero el espíritu de aventura y de superación de laQuebrantahuesos permanecía intacto... aunque esta vez la aventura se hubieraconvertido en una incógnita y la superación en una vivencia muy cercana a lasupervivencia extrema.
MUY IMPORTANTE: al tratarse de miles de imágenes, todas las fotos se han tomado en formato comprimido, el mismo en el que se visualizan, por favor, no nos pidáis que os las enviemos en alta resolución, porque las únicas que tenemos son las que véis en estas galerías y que os podéis bajar desde la web.
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