Larga vida a la Mediterranean Epic Gran Fondo

Se estrena por fin, después de la cancelación por la pandemia, la marcha cicloturista más brillante del levante con gran éxito de asistencia y Perico Delgado como embajador.

Larga vida a la Mediterranean Epic Gran Fondo
Larga vida a la Mediterranean Epic Gran Fondo

Ésta es la historia de una llamada lianta. “Oye, Ainara, que en Castellón a principios de octubre se va a organizar una marcha cicloturista nueva”, va contando del otro lado del teléfono Perico Delgado, “resulta que la iban a hacer el año pasado y ya sabes, con esto de la pandemia…pues tuvieron que posponerla dos veces y al final van a conseguir salir. Y yo soy embajador, ¿te apetece venir?. Pues eso, una llamada lianta. ¿Cómo decir que no?.

Así empieza el viaje a la Mediterranean Epic Gran Fondo en lo que se va a convertir en un fin de semana inolvidable. Está bien que de entrada te tranquilicen y te digan que eso de la Gran Fondo es una denominación, “como reto”, pero que existe una alternativa. 112 kilómetros con 1.800m de desnivel.La corta, la llaman”…, pienso. Venga, esa es la mía. Apuntadme.

Echando un vistazo al recorrido, a su desnivel y a sus puertos -pero sobre todo a su terreno de falso llano, que una ya empieza a saber cuáles son sus puntos débiles, por un mínimo momento se pasa por la mente el arrepentimiento. Pero basta con desembarcar en Marina d’Or, el hotel que hará las veces de campo base para todo, y darte cuenta que nada de eso va a pasar. Vaya como vaya encima de la bicicleta dos días después.

En la jornada previa conocemos a Héctor de la Cagiga, el alma máter de todo esto. Un emprendedor nato, “que me han parido inquieto”, se define, y que lleva ya años al frente de la Mediterranean Epic de Mountain Bike, una prueba totalmente consolidada y que ha crecido más que ninguna en menos tiempo que nadie en el calendario UCI. Lleva ya tanto teniéndola tan controlada que él también necesitaba nuevos retos. Él también necesitaba su Gran Fondo particular y por eso, “y porque no había ninguna marcha de este tipo en nuestra tierra decidimos dar el salto a la carretera”, a lo desconocido para él.

Mediterranean Epic Gran Fondo 6

Te plantas en la zona de recogida de dorsales, en el concierto montado en los jardines de Marina d’Or, en la feria del corredor, ves el despliegue y las infraestructuras y te da la impresión de que Héctor y todo su equipo sabe lo que se hace. Que llevan años organizando esta carrera. Y sin embargo es la primera edición. Han tenido que luchar contra viento, marea y pandemia para sacarla adelante. Una vez cancelada, otra más pospuesta y al fin, este octubre del 2021 ha logrado sacarla adelante, “con un montón de noches en vela, mucho trabajo encima y mucho esfuerzo de todos”.

Pues eso, que antes que nosotros salgamos, él ya se ha hecho su Gran Fondo particular. Y el hecho de que estemos aquí, en Marina d’Or, con el maillot verde de la carrera enfundado a las siete y media de la mañana, ya viene a decir que ha sido todo un éxito. 2.500 participantes en total,y porque le hemos puesto un tope, debido al coronavirus. Nuestra intención es seguir creciendo pero sin morir de éxito”. Poco a poco. Tal y como se hacen las cosas bien. Un buen número de inscritos se atreven con los 208 kilómetros y los 3.600 metros de desnivel que les esperan por delante.

La que escribe se da media vuelta tras la salida de ‘los valientes’ y se marcha a esperar a’ los humanos’, los que vamos a tomar la salida media hora después con 112 kilómetros por delante y 1.800 metros de desnivel: con Cabanes, la Serratella y la Bandereta por delante. Y la llaman corta, ya os digo…

Los primeros kilómetros se comparten con Silvia Tirado, ex ciclista profesional y la perfecta anfitriona en su tierra en la jornada previa con la estupenda rodada que organizó, junto a Alex Tomás. Pero una, que lleva poco tiempo dándole a la bici de carretera, que se empieza a conocer encima de los pedales y que es muy ‘amarrategi’ prefiere descolgarse de su ritmo y coger su paso en el descenso de Cabanes, aunque el precio a pagar sea proseguir el camino ‘sola’.

Mediterranean Epic Gran Fondo 2

Entre comillas, claro, porque a una marcha cicloturista se viene a hacer amigos, a compartir kilómetros y charlas, experiencias y risas. De esas ya ha habido muchas con Ivan, su hermano José Luis y Abraham, que se unen a nosotros en la rodada traídos por Perico Delgado.

Yo, en mi búsqueda de la charleta y después de pasarlo mal en el llano después de Cabanes, (menos mal de la pareja de chicos que me llamó por mi nombre y me ofrecieron su rueda hasta pie del segundo puerto), empiezo a ver pasar a gente en las primeras rampas de la Serratella, echándoles un ojo a ver si tienen ganas de palique. Nadie me mira. Aquí las caras son de competición y de poca fiesta. Uf, se va a hacer largo el día.

Me dispongo a adelantar a una BMC que en vez de bici podría llamarse cohete directamente, me vuelvo y él se vuelve. “¡Hola!”, le digo. “¡Hola!”, me responde. Ya está liada. En los 15 kilómetros de preciosa y llevadera ascensión entablamos conversación. Se llama Jose y viene de Lorca. La bici se la ha prestado su cuñado, que encima es su jefe. Vaya, entonces no se la podemos robar.

Así, entre bromas y presentándonos subimos casi sin enterarnos la Serratella, el puerto más largo de nuestra medio fondo pero también el más llevadero. José, que me conoce de estos quince kilómetros de ascensión y nada más me dice que se tira en el descenso pero que no me preocupe, que afloja cuando llegue el llano y así vamos juntos. Este es el cicloturismo que me gusta. El de la gente como Jose.

Mediterranean Epic Gran Fondo 5

Y menos mal que hay personas así, tan maravillosas como él que en ese, para mi, eterno transitar entre la Serratella y la Bandereta me espera. ¿Qué pasa, que te has parado a tomar una ‘cervecica’, ¿no?”, me dice con su guasa murciana. “¡Que no puede ser que tardes tanto en bajar, chiquilla!”. ¿Pero tú has visto mis dimensiones?. Gracias a él llego a la Bandereta medio entera, incluso mejor de lo que he empezado la marcha. No hay nada como hacer amigos así por el camino para recomponerse y disfrutar de verdad.

Ahí cuando llegan las cuestas del 16% es cuando una, tan ‘tamaño bolsillo’, se la goza de verdad. La gente jadea, más de uno se para en la cuneta atacados por los temidos calambres que no han podido hacer nada por evitar, tirados en el suelo para coger un poco de aire. Y es que en 70 kilómetros nos hemos hecho 1.400 metros de desnivel, prácticamente todo. ¿Y ahora qué toca? Pues sufrir en los últimos cuarenta por el falso llano hasta Oropesa. Llega Jose jadeante a la cima de la preciosa Bandereta, un puerto de postal. Nos avituallamos y venga, cuesta abajo.

En Benlloch, donde acaba el descenso empieza para mi la peor parte de la marcha. Se acabaron los puertos, falso llano y rectas. Y aire. Hasta que pillo a Jose, otro participante me ofrece su rueda. Pronto encuentro a mi amigo murciano, que estaba literalmente parado esperándome. “¿Y ya estás ligando con otro?”, bromea.

Meditterranean Epic Gran Fondo Ainara

Y sin pedírselo ni decirle nada, se pone a tirar camino de la meta en esos últimos 40 kilómetros, que para mi iban a ser infernales y acabo rodando como si fuese en una calesa tirada por caballos. “Jose, ¿tú sabes que yo tengo las ruedas más pequeñas que todo el mundo? ¡Mira, son de 650!”, le grito desde atrás. “Eso no me lo decías en la Bandereta cuando me has atacado, ¿eh, bribona? ¿Y tu sabes que yo tengo 70 kilos más y no los pongo como excusa?”, se ríe. De su rueda y sus espaldas no me despego ni cuando llega el repecho final, la subida tendida a Cabanes por el lado contrario. “Tengo un francotirador ahí preparado al inicio del puerto”, señala a lo lejos Jose, “como se te ocurra atacarme, está esperando mi llamada”, bromea.

Ni se me ocurre, claro. Juntos, más otros cuatro o cinco participantes que se han unido a nuestra rueda en los kilómetros finales llegamos a la meta con la sonrisa dibujada en el rostro y abrazándonos. Quien me acompaña y soporta (eso sí que es mérito) lo hace un poco más tarde, entrando tercero en la Gran Fondo. Y al rato llega Perico Delgado, la gran estrella de esta Mediterranean Epic Gran Fondo. Una cicloturista que ha venido para quedarse. Y que, visto lo vivido, no tardará en convertirse en una de las marchas clave y de referencia del calendario cicloturista español.

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