El pentacampeón del Tour de Francia participó en la marcha, organizada por K1T, e hizo la delicia de los aficionados firmando autógrafos y posando con todo aquel que se lo pedía. Villava acogió el sábado una nueva edición de la marcha cicloturista Miguel Induráin, que comenzó con una ligerísima lluvia pero que se desarrolló con una meteorología perfecta para la práctica del ciclismo, con una temperatura de entre 18 y 25 grados.
Los 1.550 participantes, procedentes de todas las comunidades de España y con una nutrida representación de extranjeros, debían afrontar el mismo recorrido de las últimas ediciones. El corto, de 102 kilómetros y con 1.500 metros de desnivel que comprendía las subidas a Garralda, Olabidea, Mezquíriz y Erro antes de retornar a Villava. El trazado largo, de 183 kilómetros y 3.600 metros de desnivel ofrecía una mayor dificultad; al recorrido corto se le unían las ascensiones de Egozkue, Belate y la subida a Artesiaga. Miguel Induráin optó por hacer el trazado corto. Alexander Juanikorena terminó el primero en el recorrido corto, mientras que Jorge Sanz fue el mejor en el largo. Todos los participantes tuvieron a su disposición tres avituallamientos líquidos y sólidos en el trazado corto, seis en el largo, más una comida en el frontón de Villava al término de la prueba.
Los 1.550 participantes se llevaron una mochila conmemorativa de Mapei y Pinarello. La víspera de la marcha se celebró en la plaza de Villava la tradicional feria de material, con una veintena de expositores de bicicletas, ropa y componentes, además de celebró un concierto para todos los participantes. La Induráin, que nació el año que Miguel ganó su primer Tour, celebrará en 2016 su 25 aniversario. Lo hará con los dos mismos recorridos que en las últimas ediciones.