2016, el año en que Beñat Intxausti iba a cumplir su ilusión de correr para el mejor equipo del mundo, el Team Sky, se convirtió, por una agresiva mononucleosis que se ha negado a abandonar su cuerpo, en una insistente pesadilla que aún no ha encontrado fin. El virus le golpeó hace 14 meses, tras su estreno con el maillot del conjunto británico en la Volta a la Comunitat Valenciana, donde finalizó tercero, y desde entonces no ha logrado librarse de él ni de sus secuelas.
“Ha sido muy duro. He pasado momentos muy malos”, nos cuenta para intentar ilustrar el calvario que ha supuesto para él, un ciclista asentado en la élite, que ha logrado dos triunfos de etapa en el Giro de Italia y finalizar tanto en el top 10 de la Corsa Rosa como en el de la Vuelta a España, la incertidumbre de no saber cuándo podría recuperar su vida anterior.
Durante el pasado mes de septiembre, parecía dejar atrás el sufrimiento después de que las pruebas médicas ya no detectaran la presencia del virus en su sangre. Por fin, llegaba el esperado momento de volver a entrenar con normalidad con la vista puesta en estar listo para iniciar el curso ciclista 2017. Y para ello, decidió que las distintas pruebas de ciclocross que se disputan durante la temporada invernal en el País Vasco le ofrecían una buena oportunidad de recuperar ritmo y sensaciones. El Team Sky respondió preparándole una Pinarello con la que enfrentarse al barro, pero a los pocos días recayó y regresó el tormento. “En diciembre tuve un bajón de defensas, estuve enfermo y noté que se me habían vuelto a inflamar las amígdalas. Seguí con mi rutina y un día, en pleno entrenamiento, me llamó el médico del equipo y me dijo que lo dejará. Los test habían confirmado que el virus había vuelto a aparecer”.
Intxausti nos cuenta que la mononucleosis, una enfermedad para la que no existen tratamientos, “afecta a cada cual de forma distinta. Hay quien la supera en unas pocas semanas y otros, como yo, que no nos libramos de ella”. De nuevo, obligado al reposo absoluto, alejado de su pasión, la bicicleta, y centrado únicamente en descansar para conceder a su organismo la oportunidad de recuperarse. “Para mí ha sido muy importante el apoyo que me ha dado el Sky durante todo este proceso. En todo momento me han transmitido calma, que esté tranquilo y que me centre únicamente en recuperarme. Brailsford me escribe con frecuencia para saber cómo estoy y solo puedo tener palabras de agradecimiento hacía ellos”. El paso de los días, de las semanas, han permitido que el virus vuelva a remitir y con ello que Beñat vuelva a subirse a la bici, aunque reconoce que “he progresado muy poco en los últimos meses. Entreno un día tres horas y al siguiente salgo hora y media, pero de momento la mejoría es lenta”. Beñat prefiere ser prudente a la hora de poner fechas y plazos para su regreso a la competición, pero asegura que “me gustaría ver si puedo competir para el Campeonato de España, a finales de junio. Aunque soy consciente que es posible que el proceso se alargue más. Es todo una incógnita”.
Su compleja situación cuenta con el agravante de que al finalizar la presente campaña concluye su contrato con el Team Sky, con el que apena ha podido competir en estos dos años desde su fichaje. “Estoy contento con el equipo y me gustaría renovar por un año más para demostrarles mi valía. Pero ahora mismo, no pienso mucho en ello y prefiero centrarme en mi recuperación”, nos confiesa antes de que nos subamos a una de las Pinarello KS-8 del Team Sky sobre la que le acompañaremos por tierras belgas con la intención de que nos muestre el Service Course, el centro logístico, del conjunto británico que se encuentra en la localidad de Deinze. Un anfitrión de lujo, al que esperamos ver recuperar pronto su mejor pedalada para que reluzca toda esa clase que le ha llevado a recibir el apelativo de “La perla”.