Conseguiste la primera victoria española fuera de España en casi siete años (Plumelec), has firmado la primera clásica belga (Le Samyn 2017), una etapa del Giro después de muchos años (once después de la última lograda por Marta Vilajosana) y ahora has encadenado dos generales (Zhoushan Island y Panorama Guizhou). Los pasos que vas dando en tu carrera avalarían que puedas ser considerada, a tus 24 años, la abanderada del ciclismo femenino español. ¿Es una etiqueta que te incomoda, que te resulta indiferente o que realmente ni te planteas?
He hecho méritos y todavía no me creo la referente. No me gustan las etiquetas; tengo que seguir trabajando y mejorando. Sólo tengo que centrarme en seguir progresando y no mirar si soy o no mejor que el resto de corredoras españolas. Son compañeras, a veces rivales, y cada una aportamos una cosa.
Afrontas tu tercer año en la estructura del Cylance. Más allá de la propia madurez física, inherente al paso del tiempo, ¿la Sheyla Gutiérrez que llegó a la formación en 2016 es muy distinta a la Sheyla Gutiérrez de 2018?
Sí. Como dices, físicamente soy más fuerte. Y a pesar de que en Lointek Jorge me había adiestrado un poco, llegué a Cylance siendo una leona indomable. Aunque siga siendo algo salvaje, he aprendido a cómo correr diferente tipos de pruebas. No es lo mismo una clásica, que defender una general, querer ganar un sprint, que ir a por una etapa del giro. Pero ha sido a base de un bagaje, comenzando por intentar ser la mejor gregaria de mis líderes, aprendiendo a ayudar a sprinters, a escaladoras... Manel [Lacambra], con sus 20 años de experiencia, me ha exigido siempre mucho, pero está sacando lo mejor de mí.
¿En todo caso, cómo valoras desde la distancia el estado actual del ciclismo femenino estatal?
El ciclismo estatal está creciendo. No hay más que mirar la cantidad de pruebas y la lista de participantes. Hay más equipos y tenemos más apoyo. Ahora sólo hace falta continuar con la conciencia de trabajo para que siga habiendo frutos. A nivel internacional tenemos gente que está destacando como Ane, valiente y apasionada y equipos UCI que en su medida lo ponen todo para que sus corredoras corran a nivel internacional.
La llegada de Movistar al panorama le ha dado más visibilidad mediática al ciclismo femenino, sin duda algo positivo; pero como criada en la estructura de Lointek, actual Sopela Women´s, ¿no te parece que esa mayor visibilidad, de una forma involuntaria, tiene un punto injusto con la labor realizada estos años por Lointek o por Durango, labor que de alguna forma eclipsa o difumina? De hecho, el propio Movistar ha nacido fichando a las mejores corredoras de ambas formaciones.
La llegada de Movistar es buena para el ciclismo. Da estructura y da una oportunidad a corredoras a las que sólo les faltaba un empujón. Me alegro que se les esté brindando la posibilidad de estar al máximo nivel. No se debería olvidar la gran labor y el trabajo de clubs tan antiguos como Lointek (Sopela) y Bizkaia (Murias), clubes que a base de esfuerzo han mantenido el equipo y han formado corredoras, entre las que me incluyó, durante mucho tiempo. Me parece triste, pero así es esto, que no se les reconozca de igual manera.
... Y por otro lado se comentó que Sheyla era una pretensión para el nuevo proyecto que finalmente no pudo concretarse. ¿Hay visos de que ese fichaje pueda ser 'real' en 2019, en 2020, imposible totalmente,...?
El año no ha acabado. Estoy centrada en seguir con un buen nivel para poder ir a por más resultados. Cylance me está tratando bien y aún no han hablado conmigo
Frente a 2016 o 2017, este 2018 no ha sido el mejor para ti en las clásicas de primavera. Conociendo tu pasión por estas carreras, ha tenido que ser una experiencia muy frustrante... E incluso tu tremendo impacto contra el semáforo en el Tour de Flandes se viralizó en las redes sociales.
Las clásicas eran el objetivo para mí, y no pude disfrutarlas, aunque sabía que el trabajo estaba bien hecho. Volveré a por ellas el año que viene.
¿Tiene techo Anna van der Breggen? Menudo arranque de año... Ha competido once días y han caído en su zurrón cuatro clásicas como Strade Bianche, Flandes, Flecha Valona y Lieja-Bastoña-Lieja.
Anna van der Breggen tiene un talento incontestable. Tendrá el hecho que se quiera poner.
¿Cómo es posible que en 2018 no exista una París-Roubaix femenina?
Esperemos que éste sea el último año sin Roubaix femenina ¡Es una carrera que me apasiona!
¿Qué calendario tienes ahora por delante?
Ahora tocaba un poquito de descanso. Toca preparar la segunda parte de la temporada, donde comienzo en el OVO Women’s Tour en Inglaterra, del 13 al 17 de junio, para acercar el gran objetivo que será el Giro de Italia, del 6 al 15 de julio. Pero al Giro no iré a por la general (risas). El Zoncolan… no es para mí.