¿Estando en el para muchos considerado mejor equipo del mundo cómo es que decides marcharte a uno que nace este año?
Es muy simple, salí de Caisse d' Epargne y me fui a Astaná donde estaba bien pagado y pensaba que podría lucirme además de trabajar para otros. Pero el año pasado, cuando no estaba Alberto estaba Leipheimer y si no estaba Kloden, hubo momentos en que mi estado de forma era excepcional, igual si no superior a la de ellos, pero me tuve que supeditar. La oferta de Katusha me ofrece intentar luchar por mi lucimiento personal.
¿Aquí no tendrás que trabajar para nadie?
Nunca me han hablado de que tenga que hacerlo, lo que no quita que no se me caigan los anillos por hacerlo cuando haya compañeros que estén mejor que yo, pero me apetece volver a ganar y si no intento ahora saber hasta donde puedo llegar, ya no lo podré hacer nunca.
¿Qué nos puedes contar de Katusha después de haber tenido la primera toma de contacto en la concentración?
Nace siendo un símbolo de Rusia dentro del ciclismo, han apostado por hacer un gran bloque con gente muy potente para las llegadas masivas y las clásicas, porque son las carreras que más aceptación tienen allí. Lo que no significa que renuncien a ser protagonistas en la pruebas por etapas. En vueltas pequeñas cuentan con Karpets, con Petrov y conmigo y en las grandes, aunque no para ganarlas, si creo que podemos estar a un buen nivel.
¿Qué calendario vas a hacer en 2009?
De principio, Mallorca, Algarve, París-Niza, Criterium Internacional y País Vasco. A partir de ahí aflojaré y dependiendo de cómo vaya la cosa, decidiremos qué corro. Me ofrecieron centrame absolutamente en Tour y Vuelta, pero jugarme toda la temporada a eso es un riesgo que no quiero correr, el Tour es otro mundo y sinceramente me queda demasiado grande, en cambio me gustaría llegar muy bien a la Vuelta y plantearme el reto de tratar de disputarla y terminar entre los diez primeros.
Se acerca una de tus citas claves, Mallorca. ¿Este año volverás a llegar en plena forma o has cambiado la preparación?
El año pasado no llegué en gran forma, lo que pasa es que las circunstancias me vinieron de cara, pero forma no tenía. Este año llevo hecho un buen trabajo de preparación, pero la idea es alcanzar la mejor condición a partir de París-Niza y Mallorca será seis semanas antes, por lo que habrá que ver ya en carrera si puedo o no hacer algo allí.
Trasladémonos a un instante de grato recuerdo para ti, ¿qué sentías mientras te acercabas a la cima del Mortirolo a punto de ser el primer español en coronarlo primero?
No pensaba en eso, lo único que me preocupaba era estar preparado para que, cuando llegara Alberto, pudiera ayudarle a no perder el Giro. Pero bueno, fue bonito subir al podio en el acto que hicieron al final de la etapa, una pequeña gratificación por ese trabajo.
Comienza tu 11ª temporada en la máxima categoría. ¿Cómo recuerdas a ese joven Toni que debutaba en el Amica Chips?
Lo recuerdo con cariño, debuté con mucha ilusión, aunque realmente hasta el tercer año no me consideré profesional. Pasé muy joven y fue muy duro, quiza me faltaba haber hecho ese aprendizaje en amateur.
¿Cómo ha sido tu evolución a lo largo de esa década y dónde te ves ahora?
Ha sido una lenta progresión, de ir pasando desde equipos más modestos a buenos y luego a los mejores del mundo, mejorando poco a poco, con mucho sacrificio y con mucha pasión. Y ahora veo que llega el momento de intentar lo máximo posible.
¿El mejor y el peor recuerdo en todos estos años?
Buenos ha habido muchos y prefiero recordarlos en su conjunto que quedarme con uno concreto. El peor, aparte de las pájaras, sin duda el trato de terroristas y de criminales que tuvimos en el Tour de 2007, se ensañaron con nosotros y fue de lo más desagradable.
¿Has tocado techo o aún hay margen de progresión?
Llevo 11 años pero he corrido muy poco, por los problemas de alergia en mayo que me obligan a parar; vueltas grandes solo he hecho cuatro y sumando todas estas circunstancias me sale que he corrido 52 días de media por año, muy por debajo de lo que hacen otros. Muchos corredores han tocado su techo pasados los 30, Rominger, Mosquera... yo quiero intentar lo mismo poniendo el máximo empeño y cariño.
¿Qué objetivos concretos plasmarían que el intento ha salido bien?
Hay varios. El primero ganar la Vuelta al País Vasco, que siempre me ha apasionado con el ambiente especial que crea su afición. También ganar una etapa en el Tour y después hacer entre los diez primeros en
¿Hasta cuándo te ves corriendo?
Te respondería que si por mi fuera no cuelgo hasta dentro de 15 años, me encanta levantarme por la mañana, salir a entrenar y cuidarme. Estoy con la ilusión intacta, me siento joven y es ahora cuando estoy sacándole rendimiento a la madurez deportiva que he alcanzado, por lo que espero que me queden muchos años para disfrutarlo.