Los radicales cambios que parecía que iban a tener lugar tras el nombramiento de Brian Cookson como nuevo presidente de la UCI pueden no ser tantos. Cookson se opone a la aprobación del proyecto llamado World Series Cycling que tiene como principal objetivo promover más carreras en Asía, Estados Unidos y América del Sur, además de buscar nuevas vías para asegurar la sostenibilidad financiera de los equipos.
Un ejecutivo de la BSkyB (British Sky Broadcasting), el mayor grupo de televisión de pago de Gran Bretaña, se reunió con una docena de equipo el 13 de Febrero en Ginebra con la intención de poner en marcha las World Series Cycling. Los organizadores de este proyecto y sus inversores promovían la creación de diez nuevas carreras de cuatro días en cuatro continentes para 2014. Además, dentro de esta iniciativa la mitad de los ingresos de televisión serían repartidos entre los equipos, ya que actualmente todo el dinero de las retransmisiones va a parar a los organizadores.
“Imponer una nueva liga no es la forma correcta de avanzar y más en un deporte donde la herencia es tan importante. Podemos crear una prueba de París a Lyon pero nunca tendrá el valor de la Paris-Roubaix” aseguraba Cookson a Bloomberg.
El nuevo presidente de la UCI no se oponía a que los equipos percibieran parte de los ingresos televisivos pero sí a la fractura que podría provocar la instauración de este proyecto que podría poner en peligro la existencia de algunas pruebas históricas.
País Vasco y la Clásica de San Sebastián garantizan ser del World Tour hasta 2016
En una reunión celebrada el pasado fin de semana en Estambul destinada a tratar los cambios que se avecinan en el panorama ciclista se decidió que al menos hasta 2016 se mantendrán la Vuelta al País Vasco y la Clásica de San Sebastián dentro del World Tour. «Tenemos tres años por delante para intentar consolidar las dos pruebas y luego veremos lo que nos encontramos», afirma José Luis Arrieta, presidente de Organizaciones Ciclistas Euskadi, empresa organizadora de ambas pruebas.
Finalmente la reordenación definitiva del calendario, destinada a reducir los días de competición y asegurar la presencia de carreras de primer nivel prácticamente todos los fines de semanas, no se llevará a cabo hasta 2017 cuando la Vuelta al País Vasco probablemente tenga que buscar hueco en la segunda división según informa el Diario Vasco.