El inoportuno protagonismo de la lluvia en el final de etapa volvió a transformar el asfalto italiano en hielo provocando que cualquier contacto con el freno tuviera como desenlace una caida. El pelotón llegó lanzado, a casi 70 kilómetros por hora, a un rotonda que únicamente podía trazarse por la derecha a poco más de diez a meta. En ella, Joaquim Rodríguez y sus compañeros del Katusha –pues Caruso y Vicioso también tuvieron que abandonar- vieron cómo se esfumaban todas las ilusiones que tenían depositadas en esta edición de la Corsa Rosa. El embudo formado obligo a un frenazo que combinado con el delicado estado de la carretera provocó que más de medio pelotón se fuera el suelo. Únicamente libraron el incidente los que pasaron los diez primeros.
Joaquim, con el pulgar y una costilla fracturada, pudo llegar a meta a más de siete minutos, no así Vicioso, con una preocupante triple fractura de femur, y Caruso, que tuvo que ser trasladado desde el punto de la caída al hospital en ambulancia. El propio Purito ha confirmado esta mañana a través de Twitter que abandona la carrera transalpina y que sus miras pasan a fijarse a partir de ahora en el Tour de Francia en el que el pasado año finalizó en el podio. “Este cuento se acabó.. Gracias a todos de verdad por vuestros mensajes. Cabeza en el tour y corazón con Ángel Vicioso! Mucha suerte hermano!".
Junto a Purito y sus escuderos también se vieron obligados a abandonar Svein Tuft (Orica), Brett Lancaster (Orica), Janez Brajkovic (Astana) y Davide Villella (Cannondale) y otros como Nicolas Roche (Tinkoff) o Julián Arredondo (Trek) se dejaron en ese punto todas sus opciones de cara a la clasificación general pues llegarón a meta con más de 15 minutos de retraso.