Difícil, casi imposible resultaría quedarse con un momento. Un instante. Una fotografía del verano. Los meses de julio y agosto concentraron las más grandes emociones en el plano ciclista y dejaron grabadas en las retinas de los aficionados dos momentos históricos insuperables: El Tour de Carlos Sastre, que supuso el tercero consecutivo de un español, y la victoria en los Juegos Olímpicos de un pletórico Samuel Sánchez. Nos hizo madrugar más de la cuenta para rodar junto a él por los alrededores de
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El murciano se hizo con el primer maillot amarillo del Tour de Francia. Le duró hasta la sexta etapa, en
Abandono del Saunier Duval
La montaña se acercaba y los corredores españoles poco a poco se dejaban ver. Las formaciones, como el Saunier Duval, que siempre había defraudado en el Tour de Francia remontaban y asombraban. Riccó volvió a triunfar, emulando a su ídolo, 'El Pirata', en Bagneres de Bigorre. Para "La Cobra", Pantani era su espejo en el que reflejarse. Su ejemplo. Demasiado explícito. La décima etapa, la primera de alta montaña sentó las bases del que podría ser el gran Tour del Saunier Duval y su joven líder. La etapa fue para Leonardo Piepoli, que no escatimó esfuerzos, seguido por un espectacular Juanjo Cobo. El cántabro se metía así en la pelea por la general, junto a su compañero Ricardo Riccó.
Aquél fue el día malo de Alejandro Valverde. Perdió los minutos que le alejaron de la lucha por la clasificación general. Aciago. A la espera de lo que aconteciera en los Alpes, el Saunier Duval tenía la carrera a su favor. Todo excepto la CERA que se le detectó a Riccó y por la que el equipo de '
Antes de la llegada de los Alpes, Óscar Freire, ataviado con el maillot verde de la regularidad se impuso en Digne les Bains. La montaña y los momentos clave de la carrera se acercaban y Cadel Evans lo tenía todo a su favor para hacer de 2008 la temporada de su Tour de Francia. El que tantos años viene buscando. Ansia. Sin Contador desde el inicio y con Ricco y el Saunier Duval ya fuera de carrera, el Silence- Lotto se tenía que limitar a controlar y dejar las cosas como estaban hasta París. Pero si de algo es carente Evans es de equipo. Bastó la primera jornada alpina para mostrarlo.
Caída de Pereiro
Los aficionados españoles apenas lo vieron. Mucho antes de que la carrera se plantara en Prato Nevoso, tuvimos que contener la respiración ante la gravísima caída de Óscar Pereiro. Resultado: el húmero fracturado. Positivo, tendiendo en cuenta lo aparatoso de su accidente. Adiós precipitado. En la cumbre italiana, Frank Schleck asestó un gran golpe a la clasificación general. Paso de gigante. Tanto suyo, como de su equipo encabezado por Fabian Cancellara y Jens Voigt, que impusieron un exigente ritmo para eliminar a sus rivales en los puertos previos al último ascenso y dejaron huérfano de compañeros a un Cadel Evans que veía cómo le salía el enemigo en su propia casa. Bernhard Kohl se erigió como su sustituto natural. Segundo de a bordo. De lujo.
Llegó la segunda de las jornadas montañosas. Y pasó como si nada.
En la otra mano, afilaba su cuchilla Carlos Sastre. El sacrificado. La experiencia y su buen hacer pesaban más que el maillot amarillo en el cuerpo de Frank Schleck. En las primeras rampas de Alpe d' Huez, a Sastre se le pasó toda su carrera por delante. La entrega por sus líderes. Por Basso. Por Hamilton. Todas sus fuerzas para ellos. Esta vez no. Francia se postró ante sus pedaladas. Las de la decimoséptima etapa. Y las de la magnífica contrarreloj que le encumbró como el séptimo corredor español en hacerse con un Tour de Francia. Insuperable. Como el maillot verde de Óscar Freire. Más hitos. Históricos.
Valverde en San Sebastián
Pero más allá del Tour de Francia también hay vida y durante la ronda gala fuimos testigos del resurgir de
Los últimos días de julio y los primeros de agosto abrieron la segunda serie de las clásicas vascas. En Ordizia, nadie pudo con la fuerza de Vladimir Karpets y en el Circuito de Getxo
La selección española al completo, a excepción de Óscar Freire por un proceso gripal que provocó su baja a última hora, se congregó en el boulevard donostiarra en busca de afinar antes de subirse a un avión con destino a China. Valverde lo hizo antes de tiempo. En un cohete. La Klasika más atípica de los últimos años sirvió para entrever lo que iba a ser la prueba en ruta de los Juegos Olímpicos. O lo que se pretendía que fuera. El pelotón fue anulado en los primeros cincuenta kilómetros de carrera después de que consintiera una numerosa fuga donde marchaban todos los favoritos. La subida a Arkale actuó como justiciera de la carrera y el murciano peleó para descolgar a sus rivales. En los últimos metros se disputó el triunfo con Alexandr Kolobnev y Davide Rebellin. Ninguno de ellos pudo con él. Ni tampoco Bettini, que acabó cuarto. Todo a punto para las olimpiadas.
Samuel olímpico
Nos costó levantarnos el día nueve de agosto para ver la prueba en ruta de los Juegos Olímpicos. La diferencia horaria con China nos obligó a ponernos el despertador antes de
Casi idéntica nota se colgó en la prueba contrarreloj. Nueve segundos separaron a Alberto Contador del bronce. El tiempo justo y necesario para fundir un buen chocolate si se hace con la máquina adecuada. Suiza. Cancellara se tomó su particular revancha con Stefan Schumacher, que le había dejado sin victorias en las pruebas contra el crono del Tour y se alzó con la victoria, dejando al alemán rezagado a una meritoria segunda plaza y con la sorpresa de Gustav Larsson, que fue tercero. A pesar de la amargura de no haber aparecido en la foto del podium de la contrarreloj, la selección española se marchó de Pekín pletórica. Brillante.
Cobo rescata al Scott- American Beef
El mes de agosto nos dejó también una interesante Vuelta a Portugal con un gran protagonismo por parte de los ciclistas españoles. La prólogo para Rubén Plaza y dos de las etapas que se dilucidaron al sprint para Francisco Pacheco sirvieron como entremeses para desatar la batalla en las altas montañas lusas. En Señora Graça,
Antes de poner el punto y final al mes de agosto, Manuel Vázquez dio al Conténtpolis una nueva victoria. Suma y sigue para el equipo murciano, que se llevó el triunfo en la primera etapa y finalizó tercero en la general final gracias al propio corredor granadino. El que sí remató con amarillo final, o mejor blanco, pero también líder fue Ivan Gutiérrez en el ENECO Tour. Nadie fue capaz de hacer sombra al corredor del Caisse d' epargne, que se impuso en la contrarreloj que servía como prólogo de la carrera y asestó el golpe final en la última etapa.
Más incontestable fue la victoria de Linus Gerdemann en la Vuelta a Alemania. El nuevo líder germano se colocó al frente de la general desde la primera etapa y nadie le hizo sombra.
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