Fotos: Tim de Waele / SDS
Rostro desencajado. Cabeza gacha. Alejandro Valverde detiene el cronómetro de su reloj tras alcanzar la cima del Hautacam. Casi seis minutos perdidos. Piernas reventadas. Se le escapa el Tour, el gran objetivo de la temporada. El sueño de todo ciclista. Como el de Leonardo Piepoli. El fino escalador italiano ha cumplido su quimera en la décima etapa de la ronda gala. Con 36 años le ha llegado su primera victoria en el Tour. Sueño tardío, pero con un derroche de exhibición, tanto suya como de su equipo, el Saunier Duval, que tras esta victoria, la tercera del conjunto de '
Además del conjunto cántabro, varios son los guerreros que salen con la coraza reforzada tras el paso de los Pirineos. Cadel Evans, el sargento de hierro al que no le duelen las heridas. La caída de ayer parece no pasarle factura y su armadura es, por un solo segundo de diferencia, de color amarillo. Su rival más próximo es Frank Schleck. El menor de los hermanos luxemburgueses es el mejor clasificado de su equipo, el CSC, que hoy ha demostrado ser la escuadra más potente del Tour de Francia. Tampoco se quedó atrás Carlos Sastre. El abulense ha despejado las dudas sobre su desaparición durante la primera parte de la temporada. Fue séptimo en la etapa y ocupa la novena plaza en la general. Junto a ellos, el ruso Denis Menchov se erige como otro de los grandes favoritos a aspirar por el triunfo final.
Pero la etapa reina de los Pirineos también ha dejado guerrilleros caídos por el camino. Alejandro Valverde entró en meta con cinco minutos y 53 segundos perdidos respecto a Leonardo Piepoli. No era su día. Se descolgó de los favoritos en la subida al Tourmalet. No pudo enganchar ni en el descenso, ni en el llano entre el coloso puerto y el Hautacam. En los últimos kilómetros se le salió la cadena. Todo se puso en su contra y ahora se pierde en la clasificación general. Decimocuarto, a cuatro minutos y 41 segundos del nuevo líder. El australiano Cadel Evans, marcó de cerca a sus contrincantes en la lucha por el liderato, pero no pudo ser capaz de arruinar la gesta del Saunier Duval
Di Gregorio escapado
El sueño tardío de Leonardo Piepoli comenzó a los pocos kilómetros de la línea de salida. Desde el inicio se rodó muy rápido y pronto se formó una fuga de veinte corredores que se rompió. Sobrevivieron en cabeza menos de la mitad, entre los que se encontraban Rémy di Gregorio, Óscar Freire, Markus Fothen y Fabian Cancellara. El del CSC lanzó su particular aviso al integrarse en la fuga. En pie de guerra. A los pies del Tourmalet, las banderas francesas se agolpaban en las carreteras y Rémy Di Gregorio se lanzó en solitario en cabeza. El corredor de
Por detrás, el resto de escapados se dejaron coger por un pelotón en el que el Saunier Duval lanzaba sus primeros cohetes. Balas de fogeo. Josep Jufre y
Mientras tanto, Di Gregorio caminaba con pies de plomo en la delantera. Coronó el puerto de categoría especial con casi seis minutos de ventaja. Le restaban
Cuando Voigt y Cancellara se apartaron, el CSC contaba en el grupo de favoritos con tres corredores. Carlos Sastre y los hermanos Schleck. Trío de líderes. El menor, Andy, falló en la parte final del ascenso, pero Frank aguantó con Leonardo Piepoli y
Así fue como entró en meta, escoltado por
- Clasificación de la 10º etapa
- Clasificación general
- Clasificación general de la montaña