Nairo Quintana se encuentra en su Colombia natal, descansando, disfrutando de su familia y aprovechando para dialogar con los medios de comunicación de su país. Ayer, concedió una entrevista a El Espectador donde hizo balance de la presente campaña, reveló sus objetivos para 2016 y mostró parte de su faceta más íntima y personal.
El menudo escalador del Movistar, que ha sido seleccionado para formar parte del Team Visa que agrupa a 30 de los deportistas más destacados del mundo en su camino a Río, quiso remarcar que los Juegos Olímpicos, que contarán con un recorrido inusualmente duro para una prueba de este tipo, serán su gran objetivo del año junto al Tour de Francia. “Desde ya me comprometo a ir a Río a ganar la medalla de oro”. La prueba en ruta de las Olímpiadas se disputará apenas un par de semana después de la finalización del Tour de Francia en el que espera llegar a París de amarillo tras haber sido en dos ocasiones segundo. “El Tour de Francia sé que está ahí, he estado dos veces en el podio y eso me da fe en que puedo repetirlo y confiar en ganarlo, quiero superarme y ser el mejor. No está lejos, las ganas nos invaden y por eso se sueña. Esperamos tener fortuna y que la mala suerte se aleje de nosotros para poder vencer”, porque precisamente algo de fortuna es lo que le faltó este año para poder vencer. Quintana se quedó a tan solo 1:12 del vencedor Chris Froome a pesar de haber cedido 1:28 en la segunda etapa debido al viento y las caídas, una losa sin la que podría haberse impuesto, algo que ha estado rondando su cabeza recurrentemente. “se piensan muchas cosas, pero ya no se puede dar vuelta atrás. Lo único que se podía en esos días era luchar y atacar e intentar vencer, y al final fuimos segundos. Lo bueno es que quedan muchas oportunidades, apenas tengo 25 años y ya se ha visto que gente con 40 ha ganado una gran vuelta. No es mi idea llegar hasta esa edad, pero sé que tengo muchos años buenos por delante. Y nunca me rindo”.
Quintana reconoció durante la entrevista que tras haber asumido el reto de correr dos grandes vueltas en las dos últimas temporadas, considera posible lograr un doblete durante el mismo año. “Sé que no es fácil, pero se puede. Es difícil y pocos lo han hecho, pero es un gran reto que tengo a futuro y que lo voy a intentar. ¿Por qué no soñar con ganar dos grandes?”, explicaba el colombiano que asegura que quedó satisfecho con su actuación en este 2015, aunque siempre ambiciona más. “El Tour no lo gané por una desgracia de pérdida de tiempo en la primera semana, pero al final se batalló y de nuevo me subí al podio. Y en la Vuelta a España, pese a que estuve bastante enfermo, terminé en el cuarto lugar, que no es para nada malo”.
Con respecto a su relación con los medios de comunicación, Nairo confesó que poco a poco va desprendiéndose de la timidez que le caracterizó en el inicio de su andadura profesional. “Uno se va soltando cada vez más. Así como se va mejorando en el ciclismo, se va mejorando en muchos otros temas. Las experiencias de vida y sobre la bicicleta te van enriqueciendo y eso te abre el mundo de una forma maravillosa”. Pero por encima de cualquier éxito que haya conseguido gracias al ciclismo, el colombiano asegura que “ser padre es el orgullo más grande de mi vida, es una experiencia absolutamente increíble”, en referencia a su hija Mariana que en el mes de febrero cumplirá dos años.
