Geraint Thomas mostraba en la línea de meta de Pomarance su enorme satisfacción por el triunfo de etapa conseguido pero no ocultaba su sorpresa. “El ataque no estaba planeado”, confirmó. “Estábamos bien colocados en la parte más dura de la subida, íbamos a un ritmo muy fuerte y cuando Bob Jungels ha atacado yo me estaba sintiendo bien”, narró, “entonces Kwiatkowski ha dicho por la radio, ¡inténtalo!, y eso es lo que he hecho”.
A Thomas le costaba creer que ése iba a ser el ataque bueno. “Pensaba que no iba a llegar ni a los 150 metros hasta la meta. Estoy muy satisfecho de haber conseguido esta victoria”, afirmaba. El galés del Sky recordaba que “he hecho un trabajo muy duro desde el mes de noviembre, pero no corría desde el Tour Down Under así que no estaba muy seguro de cómo iba a ir con el ritmo de carrera después de la concentración que he hecho en Sudáfrica”.
Thomas ha pasado las últimas semanas poniéndose a punto junto a su compañero, líder y amigo Chris Froome alejado de las carreras durante todo el mes de febrero pero pronto se ha dado cuenta de que sus piernas funcionaban a la perfección: “Con la lucha por los puestos cabeceros en los kilómetros anteriores, cuando el pelotón empezaba a moverse ya me estaba sintiendo bien”.