Fotos: Rafa Gómez
El Euskaltel-Euskadi apura en Calpe los últimos días de su concentración invernal con la ilusión del debutante, pese a que la formación vasca es uno de los conjuntos decanos del pelotón. Dos grupos de trabajo para unos objetivos comunes: brillar en casa, dar la campanada con una etapa en el Tour y aspirar a lo máximo en la Vuelta a España. Igor González de Galdeano tiene en su punto de mira País Vasco, Tour y Vuelta. "Queremos brillar sobre todo en las carreras de casa. Tenemos la suerte de contar con Samuel Sánchez, que ya tiene un estatus importante y un prestigio ganado a pulso, por lo que indudablemente será el centro de atención, lo que restará presión a otros corredores como Igor Anton, del que esperamos mucho este año".
Mientras que el asturiano centrará su temporada en la París-Niza, la Vuelta al País Vasco y las clásicas, para después bajar el pistón a la espera de volver en plenitud en Vuelta a España y Mundial, el corredor de Galdakao ha comenzado más suave la temporada para ser el cabeza de lista en el Tour. "Esperamos que Igor sea capaz de conseguir una etapa en el Tour, mientras que Samuel será nuestra gran apuesta en la Vuelta, ya que lo veo con posibilidades de ganarla o, como poco, de estar en el podio", indica González de Galdeano. Similares esperanzas mantiene el manager general del conjunto vasco, Miguel Madariaga, quien abre el abanico de posibilidades: "Esperamos conseguir triunfos o al menos estar muy cerca de ello, pero con muchos más corredores. Está claro que Samuel ya ha llegado e Igor es el futuro, pero contamos con opciones en otros campos como el sprint, con Koldo Fernández de Larrea o el propio Pablo Urtasun, sin olvidar a Aramendia, un ciclista que tiene algo importante y que debe demostrar este año que ya no es tan juvenil".
Precisamente, Koldo será uno de los encargados de buscar los primeros triunfos parciales, asistido por Urtasun. El de Zurbano tiene un fuerte inicio de temporada, con Mallorca, Algarve, Tirreno, Milán-San Remo, Criterium Internacional, París-Roubaix, Flandes, Laudio y Romandía, en los que su director espera "su explosión definitiva". Otros pilares del equipo serán Astarloza, que centrará sus fuerzas en junio y julio y que luego ayudará a Samuel en la Vuelta, calendario similar al de Egoi Martinez.
Unos objetivos ambiciosos en un ambiente de crisis internacional, del que el ciclismo no ha logrado desprenderse. Para Madariaga la receta es clara: "Se necesita un trabajo tenso y duro que no se realiza. La crisis golpea a todo el deporte, y el ciclismo es un patito feo que goza de buena salud, pero que no sabemos vender como se debe". El manager del Euskaltel-Euskadi apunta también a los nuevos problemas que vienen, ya que además "del sempiterno dopaje, otros deportes como el fútbol o el baloncesto están intentando pescar sponsors del ciclismo. Se están metiendo en nuestro terreno e intentando quitarnos estas vías de financiación".
Pese a todo, Madariaga defiende el modelo de la Fundación, que cuenta con buena salud y considera "el escaparate del nuevo ciclismo, ya que no sólo contamos con el conjunto Pro Tour, sino con el continental, los amateurs, los chavales becados... Un resultado fabuloso para nuestro deporte, que se ha demostrado como un gran acierto y que puede ser un escaparate para otros lugares".
