Brunei, Java, China... Podría tratarse de una discusión entre amigos para elegir el lugar de las próximas vacaciones. A ninguno de ellos le pasaría por la cabeza pensar que pueden realizarse todas de una tacada. Edgar Nohales lo hará. Esos destinos forman parte de su calendario, el que realizará con su nuevo equipo, el Polygon Indonesio.
Edgar explica con naturalidad como surgió su fichaje que, a simple vista, resulta igual de exótico: "los conocí en el Tour de Brunei, y luego en diciembre Óscar Pujol, que es amigo mío, fue a correr con ellos y le comentaron que querian hacer un equipo Continental para 2013, Pujol les preguntó si me conocían, y dijeron que sí, así que me enviaron un mensaje al Facebook para ver si me interesaba", señala el menudo escalador vallisoletano.
El calendario que le propone el equipo indonesio es de su agrado por cuanto le permitirá volver al calendario Asia Tour, que ya conoce de su anterior experiencia con el Peugeot Cycles japonés, con el que compitió la temporada pasada.
Sin embargo, Nohales lo tiene claro, no va de vacaciones, deberá dar el 100% en aquellas carreras en las que el equipo pretenda dejarse ver: "para el equipo es muy importante Tour de Singarak, Tour de East Java y Tour de Ijen, tambien las pruebas de China como Qingai Lake o Hainan, aunque tampoco conviene descartar el Tour de Irlanda", señala con determinación.
Tanto destino exótico es igual a maletas, aviones, jet lags, volver a vivir en otro país, aprender otra cultura. Edgar Nohales, el Marco Polo del ciclismo, no pestañea ante la posibilidad de volver a cruzar el mundo. Es su sino, pero es su pasión. Ningún viaje fatiga cuando uno quiere seguir portando un dorsal a la espalda.
Recién llegado de Venezuela, aún convaleciente de una rotura de escafoides durante la disputa de la Vuelta al Táchira, Edgar Nohales ya sueña encima del rodillo en su Pucela natal. Con un poco de suerte, Thailandia espera en abril "si estoy en condiciones, que uno no se cruza medio planeta para ir a pasear", bromea, sino... Borneo. El sueño de cualquier viajero. El sino de un ciclista profesional.