Fotos: Tim de Waele
En un final caótico,
incontrolable, de ataque en ataque, sólo apto para valientes, para los
amantes de la locura, Christophe Kern, un francés del Europcar que se
estrena como treintañero, convirtió cada bocanada de aire, cada
movimiento de cabeza, cada gesto de esfuerzo, en una razón más para
reinar en el reino de los demarrajes, de la inteligencia, del campo de
batalla, Les Gets en este caso, en el que jugaron para ver quién era el
más inteligente, el que escogía el momento exacto para marcharse y
explotar sus piernas con sentido, sin derrochar más energía de la
necesaria.
Kern, maillot abierto, tan generoso en gesticulaciones como su líder, ganó el juego. Fue el más listo de la clase. Se subió al carro de
Tony Martin, que había despegado en las primeras rampas de Les Gets, la
última ascensión del día, un puerto de 10,7 kilómetros al 4,7% de
pendiente media, con la intención de sorprender a todos, de abrir la
guerra desde el principio, desde abajo. Lo consiguió. Convirtió la
subida en un campo de minas. Una de ellas le explotó a Jason McCartney,
un veterano de Honolulu, hombre de RadioShack, que llevaba escapado, en
solitario, sin compañía, sin ayuda alguna, durante 112 kilómetros. La
osadía de Tony Martin echó abajo sus ya escasas esperanzas.
Con McCartney cazado, con Tony Martin fugado, éste con la compañía de
Paterski y Rolland, el pelotón empezó a registrar salidas. Una tras
otra. Entre ellas, la de españoles como Barredo y Txurruka, primero,
como Gárate para relevar al extrovertido asturiano, después, como David
López, con ansias de protagonismo, más tarde, como 'Purito', el rebelde
catalán que busca y no encuentra el momento, despertando a Wiggins, el
líder atento, como Samuel Sánchez, el asturiano escondido, apareciendo
en el último kilómetro.
Ninguno tuvo la suerte de Kern, profesional desde 2003, cuando ganó el
Gran Premio Rudy Dhaenens, antes de lucirse, un año más tarde, en el
Tour del Porvenir, la carrera que busca jóvenes perlas, ciclistas
importantes para el futuro. Él, Christophe Kern, fue uno de esos
protagonistas de la última ascensión. Relevó en cabeza a Oliver Zaugg y
ahí se quedó. Muchos intentaron evitar su triunfo pero nadie lo
consiguió. Entró gritando, con los brazos en
alto, encima de la bicicleta, de verde oscuro, que en el Europcar, su equipo, no sólo existe
Thomas Voeckler.
FOTOS. Dauphiné Libéré. 5ª etapa: Kern domina la 'locura'
El francés fue el más listo y el más fuerte en los últimos kilómetros de una etapa para 'locos'. Se marchó en solitario a dos kilómetros de meta y ya nadie pudo evitar su victoria. 'Purito', cuarto
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