Fotos.Volta a Catalunya:La mecha de 'Purito' inflama a Luis León
Xavier Tondo se llevó la etapa después del cambio de ritmo del catalán del Katusha, que se convierte en el nuevo líder con casi un minuto de ventaja respecto a Luis León Sánchez
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"¡Me cagüen D...! ¿cuánto me ha metido?". Fueron las únicas palabras que se adivinaron en los labios de un sudado Luis León Sánchez cuando llegó a la Seu</personname /> d'Urgell. Apenas paró para refrigerarse en meta, 48 segundos de discordia le habían quitado la sed. Fue el tiempo con el que ha empezado a perder la Volta</personname /> a Catalunya frente a Joaquim Rodríguez, el abanderado de la fiesta catalana a la que se apuntó Xavier Tondo en el alto de la Josa</personname /> del Cadí, mecha de la segunda etapa y cerilla para la general de la Volta</personname /> a Catalunya. Solo precisaba de un mechero, un encendedor que prendiera la llama para hacer estallar la etapa. Y ya se sabe, no hay mejor pedernal en el pelotón que Joaquim Rodríguez. Menos aún cuando está en forma. Y si corre en casa, aún más. Carga detonante toda junta. Materia inflamadora para Luis León Sánchez.
Todo a pesar de que "el recorrido no me favorece, pero voy con ganas", decía el catalán antes de comenzar la Volta.</personname /> "Le falta un final en alto". Pedía dureza. "Habrá que adaptarse a lo que hay, intentar buscar nuestra oportunidad". Con el primer fósforo le bastó para plantar cara al todopoderoso Caisse d'epargne y asestarles la primera puñalada. El chisquero de 'Purito' encendió a la primera. Un solo ataque, un solo golpe para fundir a los de José Luis Jaimerena en el inmenso mar del caos y las dudas. Entonces solo Xavier Tondo supo responder a los interrogantes. Se yuxtapuso a la inquieta rueda de su paisano, fórmula mágica, porque las dos circulares juntas rodaron con estímulo vehemente .Duplo fantástico.
Buen entendimiento
En apenas un kilómetro, el último en desnivel hasta cruzar la pancarta del puerto lograron minuto y medio de ventaja con el pelotón en el que el Liquigas intentó recomponerse para diferenciar ventajas y echar sobre la mesa durante el descenso la carta de Roman Kreuziger. Rey en medio de un póker de ases. Verde todavía, como su maillot. Falta maduración, porque en el momento justo, el oportuno para dar caza a 'Purito' y Tondo, la joven perla checa desapareció. Solo Levi Leipheimer, más coraje que fuerzas, se marchó en busca de la rueda de Tondo. La que llevaba impresa el nombre de la victoria. Exánime y consumido, más por ahínco y posicionamiento en la general a un segundo de Paul Voss tras la prólogo inaugural de la Volta</personname />, por orgullo propio lo probó el del RadioShack pero sus pedaladas pronto se vieron saboteadas.
Entre las suspicacias del pelotón, con el enigmático trabajo al comando de la Française</personname /> des Jeux, Xavier Tondo y Joaquim Rodríguez sellaron su alianza matrimonial, con anillo de compromiso hasta la meta. Tú la etapa y yo la general. 'Purito' pensaba en Luis León Sánchez, el rival peliagudo. Miraba atrás. Nada. No se percibían rugidos en el horizonte. A Tondo ni le preocupaba. Con un minuto y medio de renta apareció la zarpa del murciano, entumecido en pleno descenso de la Josa</personname /> del Cadí. Demasiado tarde ya. Mantuvo aún así la emoción hasta los 25 segundos recortados. Sintió entonces el bramido 'Purito' en las orejas. Más relevos. "Yo no sabía ni que había atacado por detrás", confesó Tondo. Joaquim, mientras, daba cuerda al mechero. Más llama. En el llano, la sortija matrimonial de los dos catalanes volvió a dar resultado.
Luis León Sánchez no contacta
Tondo la llevaba compartida en el meñique, con promesa de alzar los brazos en la Seu</personname /> d'Urgell. Allí no estaba la otra parte de su nupcia. Silvia, su mujer, incansable forofa, le sigue allá donde el escalador del Cervélo pedalea, "pero creo que yo le doy mala suerte, porque siempre que voy, nunca gana. Soy gafe", bromeaba la pasada temporada. Consiguió eliminar Tondo ese gurú que a Silvia le atormentaba en Tourettes Sur Loup, nido donde se posó la sexta etapa de la París-Niza.</personname /> Silvia</personname /> tuvo que contener la emoción entonces, con su marido escapado en el descenso del Col de Venge y los favoritos acechando. "Por fin le vi ganar". Liberación. También lo fue para Xavier Tondo entonces.
La parábola se repitió camino de la Seu</personname /> d'Urgell, suspiro contenido en un largo descenso y pelotón acechante. Esta vez sin Silvia. Solo pudo ir a la salida de la Vall</personname /> d'En Bas. Beso al soldado, para colmarle de energía y a la guerra. En la batalla ayudó la espada de Iñigo Cuesta. Afilada de forma eterna. Endureció la última ascensión para que Tondo hiciera el resto: ser fuego continuador del filamento encendido por Joaquim Rodríguez, líder que tiñó de blanco el descenso hasta la Seu.</personname /> Así</personname />, blanco dejó también a Luis León Sánchez, a quien distancia en 48 segundos que pueden valer una Volta. Inflamado el León frente a la ardiente mecha incandescente de 'Purito'.
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