Giro 2013. 20 etapa. Nibali recuerda quien es el más fuerte en un final épico

Victoria de Vincenzo Nibali en un marco idóneo para recordar los valores que hacen grande este deporte. Rigoberto Urán consigue alzarse al segundo puesto de la general, relegando a Evans a la tercera plaza. Beñat Intxausti escala hasta el 8º puesto mientras que Samuel Sánchez sufrió en las duras condiciones climáticas.

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Giro 2013. 20 etapa. Nibali recuerda quien es el más fuerte en un final épico
Giro 2013. 20 etapa. Nibali recuerda quien es el más fuerte en un final épico

A nadie se le escapaba que este Giro, a pesar de haber sido tremendamente duro por las condiciones climáticas, estaba en entredicho por la supresión de la 19º etapa, los innumerables cambios de trazado que nos han privado de cientos de kilómetros de alta montaña y el positivo de Di Luca.

Desvirtuado el recorrido por la desaparición a última hora de Sestriere, el Gavia, el Stelvio, Costalunga, San Pellegrino, etc, Vincenzo Nibali, ataviado de rosa, asumió la responsabilidad de recordar al aficionado los elementos que hacen tan grande este deporte. Y fue precisamente la climatología, el frio, la lluvia y la nieve, quienes ofrecieron el marco ideal a Nibali para desarrollar su acción. Había que olvidar las suspensiones de etapas, los cambios de recorrido y el positivo de algún impresentable, pero también había que dejar claro quién era el más fuerte de la carrera, no quería dejar margen a que alguien pudiera pensar que su triunfo era fruto de un Giro descafeinado.

A poco más de 3 kilómetros de meta, cuando comenzó a arreciar la nieve, Nibali saltó de la mano de Tanel Kangert para ir soltando de rueda uno a uno a cada rival que se atreviera a interceder entre él y la historia. Como bien explicaba ante las cámaras de la RAI después de la etapa Nibali quería demostrar el verdadero significado del ciclismo después de lo ocurrido el día anterior. Bajo una nieve que cuajaba en el casco de los ciclistas, Nibali escaló más que ascender los tres kilómetros finales de la cumbre -todos ellos por encima del 11% de desnivel- hasta aparecer cogido por las cámaras de meta, vestido de rosa entre un manto blanco y levantar los brazos en la mejor reivindicación que se podía hacer de la grandeza del ciclismo. Historia del ciclismo. Gesta épica de Lo Squalo en una etapa que recuerda el esfuerzo, la capacidad de sufrimiento y la valentía de estos hombres que reciben más golpes que reconocimientos por parte de una prensa siempre injusta con ellos.

Por detrás, las fuerzas de cada uno fueron colocándole en su lugar. Urán y Betancur fueron quienes pudieron seguir a Nibali más de cerca, junto con un sorprendente Fabio Duarte (Colombia) que finalizó segundo la etapa. Persiguiendo a los colombianos, Cadel Evans, se retorcía intentando no ceder la segunda plaza que ostentaba en la general final. La nieve y el desnivel fueron demasiado para el australiano que se hundió en la parte final, y cedió un minuto y medio con Nibali y 1.11 con Urán. Finalmente, segundo puesto para el corredor del Sky, y tercero para Evans que si que pudo resistir ante Scarponi aunque este fuera 15 segundos mejor en la etapa que el australiano.

 El que más sufrió fue de nuevo Santambroggio que perdió casi tres minutos con Nibali y cayó hasta el noveno puesto en la general. Majka y Saxo Bank intentaron beneficiarse del inconveniente mecánico que sufrió Betancur antes de comenzar la ascensión tensando la cuerda y no solo no le salió bien la jugada, sino que Betancur fue mejor que el polaco en la subida, recuperando de forma definitiva la maglia blanca de mejor joven. Intxausti consiguió defenderse en la subida y  llegó junto a Cadel Evans, alzándose hasta el octavo puesto en la general.

Los protagonistas de la fuga del día fueron Adam Hansen (Lotto-Belisol), Giario Ermiti (Androni-Giocatolli), Pavel Brutt (Katusha) y Yaroslav Popovich (Radioshack-Trek) o la sombra de lo que algún día fue este ciclista. Hasta con 8 minutos llegarón a contar los fugados, distancia que se encargo de reducir Cannondale y sobretodo Euskaltel-Euskadi, confiando en las posibilidades de triunfo de un Samuel Sánchez que no tuvo su mejor día en las Tres cimas de Lavaredo, llegando a algo más de dos minutos del vencedor de la etapa.

Pavel Brutt fue quien más lejos consiguió llegar de entre los fugados, manteniéndose en cabeza hasta 7 kilómetros de meta cuando Eros Capecchi (Movistar), Gianluca Brambilla (Omega Pharma-Quick Step) y Pieter Weening (Orica) le dieron caza.

A partir de entonces, simplemente apareció Nibali para entrar en la historia, regalándonos unas imágenes que serán recordadas durante años con ese manto blanco adornando su llegada a meta.