La última víctima de la Unión Ciclista Internacional, hasta ahora, habían sido los pinganillos. Con la polémica en torno a ellos aún viva, Pat McQuaid ha decidido añadir otra más, las infiltraciones, utilizadas en todos los deportes. El pelotón deberá dejar de hacer uso de ellas a partir del Giro de Italia, que comienza el próximo 7 de mayo.
"Las jeringuillas que aparecen en los hoteles provocan una mala imagen en el ciclismo". Ese es el motivo por el que han suprimido el uso de las infiltraciones en el deporte de los pedales. Una medida que hará aumentar notablemente el número de abandonos en las carreras que cuenten con más de una etapa. Gracias a ellas, que aceleran la recuperación, los ciclistas pueden volver a correr al día siguiente. A partir del Giro, se quedan sin su ayuda.
La UCI prohíbe las infiltraciones
"Provocan una mala imagen", aseguran desde el máximo organismo del ciclismo
