Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore son las localidades que conforman las 'Cinque Terrre', las cinco tierras declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y parque Nacional de Italia. Un bello paraje situado en la provincia de La Spezia, salpicada por el mar Mediterráneo. Recóndito lugar abrupto de tierras rocosas y terrazas naturales. Balcones creados por la naturaleza que cuelgan del agua salada y provocan desniveles en las carreteras, las mismas por las que se desarrollará la duodécima etapa del Giro de Italia. Será la jornada que marcará un verdadero antes y después en la mente de todos los favoritos a conquistar la maglia rosa en Roma el último día del mes de mayo. En esa batalla a todos se les antoja rendir en esta primera contrarreloj al máximo de sus posibilidades sobre un trazado duro y exigente, que hará las delicias de los especialistas en luchar contra los sentencieros segundos del reloj
- Passo Bracco
Así es la subida. Serán un total de 60 kilómetros y medio muy técnicos y con dos subidas que pueden ahogar a los corredores., el Passo Bracco y el de Termine mortificarán piernas y marcarán además los tiempos como puntos intermedios señalizados para orientar el devenir de la contrarreloj. La primera de las subidas, Bracco se encuentra a escasa distancia de la salida, lo que supondrá una toma de contacto brutal con la contrarreloj. Contabiliza 18 kilómetros de ascensión con una pendiente máxima del 8% al inicio de la escalada. Desnivel muy leve éste, pero muy constante en el resto de un puerto que cuenta con una zona de reposo en su parte media para cambiar de carretera de nuevo con el cambio de vista en los últimos y explosivos seis kilómetros.
- El descenso
Será la primera piedra para los candidatos a la victoria pero no la única. A la explosividad de la subida se unirá la rapidez de la bajada. El descenso del Passo Braco se tornará muy técnico y trepidante. Ocho kilómetros cuesta abajo para enfrentarse a un nuevo punto intermedio que esclarecerá el rendimiento de los favoritos y determinará la manera en la que afronten la segunda parte de la etapa.
- Passo del Termine
Así es la subida. En esa segunda y última parte de nuevo se deberán enfrentar a una nueva subida, la del Passo Tremine, mucho más exigente que la primera. Casi nueve kilómetros agónicos, con rampas que, en su mayoría, suman un 7% de desnivel y en su plenitud alcanza el 10%. Termine es un puerto que aumenta en dificultad conforme pasan los kilómetros. De las primeras suaves cuestas, que abren bocado y testan las fuerzas, se asciende hasta rampas duras en las que muchos corredores mostrarán demasiadas flaquezas antes del descenso final para encarar los últimos kilómetros.
- El análisis de los favoritos
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