Samuel Sánchez:
Samuel Sánchez afronta con muchísima ilusión el reto de disputar su segundo Giro de Italia, su gran objetivo de la temporada. El asturiano llega a la salida de Nápoles como la opción española más sólida y fiable, a pesar de haber estado lejos de los mejores en País Vasco y en las clásicas de primavera. Con la intención de olvidar el mal sabor de boca que le dejó tanta caída el año pasado, Samu tiene un objetivo en mente: lograr una victoria de etapa que le coloque en el selecto club de ciclistas que han ganado en las tres grandes. Euskaltel necesita victorias y una buena cantidad de puntos de cara a mantener la denominación de World Tour, por lo que seguro que el asturiano no perderá de vista la clasificación general. Corredor de últimas semanas, el asturiano puede verse beneficiado por la dureza de las etapas finales. Uno de los principales obstáculos que encontrará Samuel Sánchez será la ausencia de un bloque fuerte que le respalde. Sus grandes aliados para las etapas de alta montaña dentro de Euskaltel serán Egoi Martinez y Gorka Verdugo.
Robert Gesink:
Sus múltiples fracasos en el Tour de Francia han hecho replantear a Robert Gesink su planificación de 2013 y buscar nuevos objetivos. Por ello, de una vez, olvida la presión de la afición holandesa y de la prensa, muy tendentes a centrarse en el Tour, para apostar por el Giro de Italia como su gran reto de esta temporada. El espigado holandés espera que en una prueba con menor competencia y nerviosismo en la primera semana, pueda librar las caídas y aspirar, por fin, al podio final en una grande. Su equipo, el conjunto Blanco, necesita lucirse en el Giro para encontrar un patrocinador que dé continuidad al proyecto, por lo que una buena actuación de su líder sería clave.
Cadel Evans:
Después de estar ausente en las dos últimas ediciones, Cadel Evans vuelve a la corsa rosa como punta de lanza del conjunto BMC. Con el Tour como principal objetivo -su estado de forma y su motivación son las grandes incógnitas-, es posible que si no se ve con los de delante aproveche la carrera italiana para acumular kilómetros de cara a la prueba francesa. Aunque no debemos descartar a uno de los grandes fondistas del pelotón internacional, si es cierto que al corredor australiano cada vez le cuesta más alcanzar el pico de forma. En su última gran cita, el Tour de 2012, dio muestras de debilidad que llegaron a poner en duda su condición de líder dentro de su propio equipo, en favor de Tejay Van Garderen. De momento, Evans ha aclarado que sus aspiraciones son máximas y que el objetivo es luchar por el rosa.
Movistar Team:
El conjunto de Eusebio Unzué no tendrá un líder claro el próximo 4 de mayo en la salida del Giro en Nápoles, pero si un trío interesante de corredores que han de optar al top 10: Beñat Intxausti, Juanjo Cobo y Eros Capecchi. Beñat Intxausti está en un momento clave de su carrera deportiva. Tiene 27 años y este Giro ha de ser el de su confirmación definitiva. Debe demostrar que es capaz de estar con los mejores en pruebas de 3 semanas. El año pasado ya estuvo con los mejores, a excepción de los últimos días, y este año tiene que dar el definitivo paso al frente. Juanjo Cobo y Eros Capecchi son dos grandes incógnitas. El cántabro, capaz de lo mejor y de lo peor, llega a la carrera sin resultados reseñables y su temporada 2012 no invita al optimismo. Unzué asegura que El Bisonte llega en un buen momento, así que si se encuentra motivado y en los primeros puestos puede dar la sorpresa. Eros Capecchi, acostumbrado hasta ahora a correr supeditado a un líder claro, puede tener su gran oportunidad este año que contará con algo más de libertad para hacer su carrera.
Michele Scarponi:
El oficialmente ganador del Giro 2011, ya se vio impotente el pasado año a la hora de responder a los movimientos de Purito y Hesjedal, por lo que se hace complicado pensar que este año, con una mayor competencia, suponga una alternativa real a vestirse de rosa en Brescia. Aun así, el aguerrido y experimentado corredor italiano deberá aprovechar el marcaje entre Nibali y Wiggins para jugar sus bazas e intentar obtener, al menos, algún triunfo parcial.