El pelotón belga se encuentra conmocionado por la inesperada y repentina muerta del prometedor Bjarne Vanacker. El ciclista, de tan solo 20 años, fue encontrado sin vida en su cama durante la mañana de ayer. Según han informado fuentes policiales, el cuerpo no presentaba signo alguno de violencia por lo que las primeras hipótesis apunta a una muerte súbita.
Vanacker, que aún era amateur y corría en el EFC-L & R-Vuylsteke (equipo de desarrollo del Trek-Segafredo), había destacado ya a nivel internacional en algunas de las mejores pruebas para ciclista sub23 de la actualidad como la París-Roubaix, el Giro del Valle d’Aosta y el Giro de Lombardía, en las que finalizó entre el puesto 15 y 25.
Michael Pollentier, manager del EFC-L & R-Vuylsteke y ex ciclista, confirmó que en las pruebas médicas que le realizaron a lo largo de la temporada Bjarne Vanacker presentó unos valores normales y no encontraron signos de enfermedad alguna que pudiera presagiar tan trágico desenlace. “No tenía ningún problema de corazón, era un chico muy sano. Su perdida es un golpe muy duro para su familia y para todos sus compañeros”.