El arco-iris cronometrado tenía su nombre. Mucho, muchísimo antes incluso de que confirmara su presencia, cuando dudaba si sacrificar el éxito anunciado por el triunfo en la ruta. La ambición le pudo. Insaciable. Fabian Cancellara es un hombre que busca nuevos objetivos. Las metas de las contrarreloj ya le aburren. Es tan superior, que ganar no le parece ningún mérito. Ni siquiera cuando arrasa, como esta vez. Mundial ha sido su título y su rendimiento. Cuando el suizo corre, el resto pelea por los puestos de honor. El honroso segundo que se acerca a su ritmo de ferrocarril. Por eso cuando él está presente, lo que cuenta, lo novedoso, lo único a lo que se presta atención es a los segundos con los que castiga a sus rivales, empequeñeciendo sus pedaladas y dejando en evidencia su intratable superioridad. Aplastante otra vez. A ritmo de crucero dobló a tres corredores en apenas
"Es que salíamos con intervalos de un minuto, no digo que así sería fácil, pero en la carretera, casi veías a los corredores, y se hacía más sencillo alcanzarlos", simplificaba la máquina Cancellara. Bestia inmunda. A su lado, Larsson y Martin callaban. Agachaban orejas. "Fácil será para ti", cotejaban. En meta, Fabian Cancellara dinamitó a Larsson, plata, con casi medio minuto de ventaja. Al joven alemán lo distanció en dos minutos y medio. Salvajada. "He demostrado que estoy bien". Decía. No hacían falta sus palabras, tras pedaleos acompasados con su respiración, un acople sencillamente genial a la bicicleta, bailando a su son. "Ha sido un día perfecto", acertó a señalar. "El apoyo de la afición suiza me ha estremecido, ha sido una motivación extra, como un bonus que me ha empujado". Corría con ventaja Cancellara. En las cronos siempre lo hace, por fuerza propia. "Ahora tengo buscar nuevas motivaciones". El arco-iris de la modalidad se rinde a sus pies. Ahora quiere el de ruta.
"Es el objetivo por el que he trabajado todo el año. He entrenado mucho y bien, estoy muy motivado". Cabeza dura y amueblada la del suizo. "Cuando me he propuesto una meta en concreto, la he conseguido. Quiero ganar en un sitio, y gano. Me propongo en otro, y lo consigo. Es cuestión de motivarte". Pura filosofía de mente y piernas perfectas. Equilibrio en armonía, como en los fantásticos
"Puedo ganar el domingo"
"Llego con la motivación alta, corro en casa y la afición está conmigo", comenta Cancellara. "Voy a intentar ganar y creo que puedo hacerlo". Aviso para navegantes. Peligro inminente. Asegura que su último título mundial, "ha sido una de las cronos más bellas que he hecho en mi carrera, aunque no sabría decir si es la mejor, porque siempre que tengo buenas prestaciones y estoy a tope, las carreras salen bien". Óptimo. Aplastante. Solo se cuelga un dorsal cuando su tren carbura a la perfección. "El año pasado me preparé para el Mundial desde el Tour de Francia, me retiré allí para hacer un mejor entrenamiento y no estaba todo lo bien que yo quería, por eso no fui a la contrarreloj de Varese". Le prestó por ello el arco-iris a Bert Grabsch. Esta vez sí. Sideral.
"Durante
En el vídeo adjunto vemos el enfado con el que Bradley Wiggins tira la bicicleta ante la desesperación de una avería sufrida y la pérdida del bronce como consecuencia de este desgraciado incidente: