LOS CINCO FAVORITOS |
PHILIPPE GILBERT Parte con el dorsal 1 y con el cartel del rival a batir. La rueda a seguir, como en todas las clásicas y en ésta aún más porque ya sabe lo que es ganar y, aunque prefiera reservar sus dotes victoriosas para la Lieja y llevarse el triunfo en su casa, Philippe Gilbert no despreciará echar el guante de nuevo al barril de cerveza de la Amstel. Será uno de los hombres más vigilados y, como pasó con Cancellara en Flandes y Roubaix, ese aspecto puede favorecer a muchos corredores de segunda fila que por el excesivo marcaje al belga puedan coger alas hasta los pies del Cauberg y que ya sea demasiado tarde. Gilbert debe ser más inteligente que todo eso y no dejar escapar la victoria tan fácilmente, si bien es cierto que el del Omega preferirá reservarse para 'La Doyenne' antes que malgastar fuerzas para no llegar a ningún fin. Sus ataques serán los más vigilados y sus movimientos los más seguidos en la parte final. Despegarse de las centenares de miradas que estarán posadas en sus piernas no será fácil pero su estado de forma es idóneo. Gilbert se presenta en la línea de salida con la victoria en la Brabantse Pijl, un punto más que añadir a la motivación por las nubes en éste, su mes por excelencia en el que aún no ha pescado en ninguna de las grandes. Ni en Flandes ni en Roubaix, a pesar de estar en la pomada, fue capaz de desquitarse de ese excesivo marcaje a Cancellara. Le toca resarcirse |
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DAMIANO CUNEGO Otro que, como Gilbert, viene de darse un subidón de moral con la reciente victoria conseguida en el Giro de los Apeninos. Y en el caso del italiano, esa inyección mental es más grande aún que la del belga. Cunego venía arrastrando una enfermedad que le apartó de correr la Semana Coppi&Bartali y acabó corriendo en su detrimento la Vuelta al Pais Vasco. Deprisa y corriendo cambió los planes y, como tal, no le salió bien el experimento. El del Lampre puso pie a tierra, en parte por debilidad y, sobre todo, por no arriesgar de cara a las clásicas de las Árdenas. Los que le vieron gestar su última victoria no dudaron en señalarla como justa. Era el más fuerte, lo que confirma su recuperación y el acierto de haber abandonado a tiempo la Vuelta al País Vasco. Ahora se planta en los tes días más deliciosos para sus características pero que, por uno u oto motivo -fuerzas, mentalidad y preparar generales de las grandes vueltas, su gran equivocación en los últimos años- nunca ha rendido como su potencial parece decir que debería haber sido. Esta temporada ha redibujado su camino y la flecha indica a las Árdenas. Su condición es perfecta y el recorrido le va también como anillo al dedo. Solo una caída o un percance impedirían que Damiano Cunego esté delante en la Amstel Gold Race. Esta capacitado para reventar el pelotón con la ayuda de su equipo y favorecer la formación de pequeños grupos que lleguen con vida al Cauberg. Es una subida ideal para sus piernas, pero tendrá que estar atento a las dotes de Gilbert o la velocidad de Andy Schleck en la subida final |
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JOAQUIM RODRÍGUEZ Ha recuperado el instinto ganador y las buenas sensaciones en el mejor momento posible. Después de un nefasto inicio de temporada, Joaquim Rodríguez vuelve a sentirse ciclista. Sus pasos van a piñón fijo encaminados al Giro de Italia pero las clásicas serán todo un test de altura y calidad para certificar que lo exhibido en la Vuelta al País Vasco no es pasajero. Joaquim Rodríguez tiene en la Amsel Gold Race la primera piedra de toque en tres carreras que se adaptan, no solo a sus piernas si no también a su mentalidad. Pero es precisamente ése el problema para el catalán esta temporada. El cambio de 'chip' que supone correr el Giro con las máximas aspiraciones posibles saltándose el Tour de Francia. No debería dejar pasar esta gran oportunidad atesorando la forma que tiene, pero le hecho de querer plantarse en Turín en el mejor estado posible puede hacerle echar el freno para no forzar demasiado. Sería un error, pues un caramelo tan dulce como las Árdenas no se puede quedar en los labios. A Purito le va como el guante la subida al Cauberg, esta capacitado y de sobra para despedazar a todo ciclista que ose en arrebatarle un triunfo como este aunque le faltará dureza en esta subida final para marcar del todo la diferencia. Por eso, el del Katusha se decante quizá por reservarse para la Lieja y guardar fuerzas antes del Giro de Italia |
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SAMUEL SÁNCHEZ Forma parte de ese grupo selecto de hombres que puede permitirse dar un poco más de sí, exprimirse para conseguir el triunfo porque inmediatamente después vendrá el merecido descanso ante el parón previo a la preparación del Tour de Francia. Samuel Sánchez viene de ganar en Arrate por segunda vez y quedarse sin victoria y sin podium en la general de la Vuelta al País Vasco. Un varapalo que debería olvidar rápido y centrarse, como pocas veces ha hecho, en las Árdenas, trazados que son una maravilla recitados al candor de su pedaleo pero que nunca han supuesto una devoción apasionante para el asturiano. Es la última parada del Campeón Olímpico antes de las primeras mini-vacaciones activas de cara al mes de julio y no debería escatimar esfuerzos. El equipo se volcará con él y puede hacer grandes cosas sólo si él se lo propone. Apenas le dejarán moverse para intentar llegar con un pequeño grupo que sorprenda desde lejos pero cuando los favoritos se muevan deberá permanecer atento a no perder posiciones entre las estrechas subidas y plantarse en el Cauberg con los mejores. Entonces, aguantar a os demarrajes y esperar al final para rematar con victoria será la clave. Sus apuestas fuertes vienen por atacar desde el inicio del Cauberg abrir un hueco que le permita llegar solo a meta, cosa bastante difícil dada la máxima igualdad que se presupone entre los grandes, o esperar hasta los metros finales para remachar en un final en subida muy distante a lo que fue Arrate, donde conquistó su último triunfo |
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ANDY SCHLECK Las clásicas será su último escollo en el camino antes de descansar y empezar a preparar en serio el Tour de Francia el próximo mes. Goza de un buen estado de forma que, sin ser pletórico le puede permitir jugarse la victoria por talento y clase natural innatas. Pero el arma más poderosa de Andy Schleck es su equipo. Con la sola presencia de su hermano Frank, que puede optar al triunfo igual o incluso con más motivos que él, y Fabian Cancellara entregado, al menos en ésta, pues ya se verá cómo el Leopard plantea la Lieja, una de las clásicas en el punto de mira de la apisonadora suiza, Andy Schleck estará más que bien arropado. Por ello será también uno de los hombres y el equipo en su conjunto, de mayor peso en la carrera y al que le pueden ceder el mando en momentos delicados ,cuando una fuga en la parte final coja alas y nadie esté dispuesto a echarla abajo. A Cancellara se lo han hecho en Flandes y Roubaix y la tendencia puede ser la misma en las Árdenas. Tendrán que evitarlo a toda costa los Schleck porque si en algo se defienden bien es en subidas explosivas como la del Cauberg. Si llegan a sus pies en cabeza y jugándose la victoria, su baza es la de atacar desde abajo, pues con un kilómetro de ascensión hasta meta dadas las características de ambos, si demoran el ataque, la llegada se les puede hacer corta |
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